Una nueva Resolución de la Unidad de Información Financiera presentó a las fintech un nuevo marco regulatorio que entrará en vigencia a finales de 2019.

A través de distintas etapas de implementación, la UIF incorporará nuevos controles sobre los movimientos realizados por los clientes de estas plataformas, con el objetivo de prevenir maniobras de lavado de dinero o financiación de terrorismo.

En ese sentido, la entidad sumará nuevas tecnologías para identificar y conocer a los clientes, con la opción de apertura de cuentas a distancia con el uso de técnicas biométricas. Al respecto, la resolución establece que deberán ser "rigurosas, almacenables, auditables y no manipulables".

Según la Resolución 76/2019, cada empresa deberá contar con su propia metodología de identificación y evaluación de riesgos para elaborar un informe técnico que tendrá que actualizar y enviar a la UIF todos los años.

Para llevar adelante estas evaluaciones se deben tener en cuenta las características de los clientes como residencia, nacionalidad, nivel de ingresos, consumos, transacciones realizadas, patrimonio y medios de pago, entre otras.

La UIF aclaró que los documentos obtenidos para realizar los análisis se deberán conservar por, al menos, 10 años desde la fecha de operación, en medios electrónicos o similares protegidos contra accesos no autorizados. Asimismo, deben estar disponibles 10 años después de la desvinculación del cliente.

Vale subrayar que la norma incluye a las empresas que operan plataformas digitales donde los clientes pueden realizar transacciones comerciales online (de forma no presencial) mediante tarjetas de crédito u otros medios de pago.

También incorpora a las empresas que operan tarjetas prepagas. Por otro lado, quedan excluidas la tarjeta SUBE, las tarjetas prepagas para carga de combustibles y en las que se pueden acreditar fondos para ser usadas en el mismo local de la empresa emisora.

En el caso de que haya empresas de un mismo grupo ofrezcan servicios alcanzados por la nueva norma, se prevé que los clientes autoricen a que se comparta su legajo de identificación. 

De esta forma, se busca simplificar la carga regulatoria, ya que que no deberán presentar varias veces la misma documentación ante distintas empresas.

Además, según la UIF, se reduce el requerimiento de información en los casos de clientes de riesgo bajo, lo cual facilita el on-boarding digital

"Igualmente, se reduce el requerimiento de información en los casos de clientes de riesgo bajo, lo cual facilita el on-boarding digital y la inclusión financiera de quienes no contaban con acceso a otros medios de pagos", explicó el organismo en un comunicado.

Cada empresa alcanzada por la norma deberá designar una persona de enlace para atender los requerimientos urgentes de la UIF en días y horas que no son hábiles, en asuntos urgentes relacionados con operaciones sospechosas de financiación del terrorismo.

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