Un nuevo estudio nacional de Taquion Group sobre jubilaciones en Argentina derriba varios mitos sobre la relación de los adultos mayores con el dinero digital y las billeteras virtuales.

Lejos de la idea de que "la tecnología financiera es solo para jóvenes", los datos muestran un ecosistema de mayores de 50 años mucho más conectado, bancarizado y abierto a nuevos formatos de cobro de haberes, aunque con una condición innegociable: confianza y seguridad.

El informe, sobre una muestra de 1.237 personas mayores de 50 años a nivel nacional, revela que el 63% estaría dispuesto a cobrar su jubilación en una billetera virtual. Este porcentaje crece entre quienes aún no se jubilaron, lo que anticipa un recambio generacional que llegará al sistema previsional con expectativas más digitales que las actuales.

Aun así, un 37% se mantiene reticente y explica su negativa, principalmente, por tres motivos: sienten que "el banco les da todo lo que necesitan", desconfían de la seguridad de las plataformas o están habituados al esquema tradicional bancario.

Un dato clave que ayuda a entender este escenario es el uso cotidiano del dinero digital: el 44% de los jubilados declara que casi no utiliza efectivo para sus gastos habituales, como supermercado, farmacia o servicios. En cambio, prefiere medios electrónicos, como tarjeta de débito, crédito o billeteras virtuales.

A nivel general, el 85% de los encuestados usó billeteras digitales alguna vez y 39% las utiliza a diario, mientras que 34% lo hace con frecuencia, especialmente para transferencias, pagos en comercios y acceso a descuentos. Mercado Pago, Cuenta DNI, MODO y Naranja X se consolidan como herramientas de uso extendido entre este segmento, integrándose al día a día mucho más de lo que el imaginario supone.

Sin embargo, la foto no es lineal. El estudio muestra una convivencia entre el sistema tradicional y el nuevo ecosistema digital. Nueve de cada diez jubilados dicen estar conformes con la forma en que cobran sus haberes hoy, pero la mitad de ellos reconoce que hay cosas por mejorar.

Entre quienes creen que el sistema de cobro actual debería cambiar, las principales demandas se concentran en tres ejes: mayor flexibilidad en las fechas de cobro, menos dependencia de los horarios bancarios y una experiencia más ágil, con menos filas y menos fricciones en sucursales y cajeros. Es decir, el modelo bancario sigue siendo aceptado, pero se percibe como rígido frente a la dinámica que ofrecen las soluciones digitales.

La seguridad aparece como el gran punto de tensión. El 72% de los encuestados afirma tener mucha o bastante confianza en la seguridad de las billeteras virtuales, pero más de la mitad señala el miedo a fraudes y estafas como la principal desventaja de estas herramientas.

Entre quienes hoy no usarían una billetera para cobrar la jubilación, las condiciones para "animarse" son claras: garantías de seguridad y seguros anti-fraude, beneficios y descuentos específicos para jubilados, atención telefónica con una persona real, posibilidad de retirar efectivo fácilmente y, en menor medida, capacitación y tutoriales. El mensaje al sistema financiero y fintech es directo: la tecnología ya fue adoptada, ahora falta reforzar el "contrato emocional" de confianza.

Otro hallazgo relevante es la percepción sobre la modernización del sistema de pago de jubilaciones. El 49% cree que el gobierno debería modernizarlo "definitivamente", mientras que 27% considera que no es urgente, y sólo una minoría sostiene que está bien como está.

A la vez, el 74% afirma que es importante tener opciones para elegir dónde cobrar la jubilación, y el 90% acuerda con la frase "cualquier persona debería poder elegir libremente dónde cobrar su jubilación y administrar su dinero". En otras palabras, la discusión ya no es solo banca versus fintech, sino libertad de elección versus modelos cerrados.

En términos de inclusión financiera, el estudio también muestra oportunidades en el frente del crédito. Casi la mitad de los adultos mayores recurre a la tarjeta de crédito cuando necesita dinero extra, mientras que un 30% elige no financiarse y siempre pagar con lo que tiene disponible.

El 84% de los encuestados considera que sería muy o bastante útil que las billeteras virtuales ofrezcan microcréditos especiales para jubilados, con condiciones adaptadas a sus necesidades y capacidad de pago. Esta demanda abre una ventana concreta para productos digitales de crédito responsable orientados a este segmento.

El informe concluye que los adultos mayores ya forman parte del ecosistema digital: usan billeteras, pagan con el celular y gestionan sus finanzas online. Pero, al mismo tiempo, no perciben una urgencia extrema por cambiar el modo en que cobran sus jubilaciones.

La oportunidad para bancos y fintech es transformar el interés y la adopción inicial en confianza plena, con propuestas que combinen tres elementos centrales: seguridad robusta, atención personalizada (humana) y beneficios diseñados específicamente para mayores de 50 años. En ese cruce entre tecnología y confianza se juega el próximo capítulo de la inclusión financiera senior en Argentina.

*Por Diego Kupferberg, director de Banca & Fintech en la consultora Taquion

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