Itaú Unibanco, el banco privado más grande Brasil, sorprendió al mercado con una recomendación poco habitual en la banca tradicional: aconsejó a sus clientes destinar entre el 1% y el 3% de sus carteras a Bitcoin en 2026, como estrategia de diversificación y cobertura frente a la volatilidad cambiaria.
Los analistas del banco explicaron que la decisión no tiene una mirada especulativa, sino que hace foco en la necesidad de protegerse frente a la pérdida de valor del real brasileño y a la incertidumbre global.
Un contexto en el que los inversores enfrentan un doble desafío: la volatilidad de los precios internacionales y las fluctuaciones de la moneda local.
En ese sentido, Renato Eid, de Itaú Asset, explicó que la tensión geopolítica, los cambios en la política monetaria y los riesgos cambiarios persistentes refuerzan el papel de Bitcoin como activo complementario.
Para el ejecutvo, Bitcoin funciona como "un activo distinto de la renta fija, las acciones tradicionales o los mercados domésticos, con su propia dinámica, potencial de retorno y, debido a su naturaleza global y descentralizada, una función de cobertura cambiaria".
Sin embargo, el banco es cauto y no propone un movimiento radical hacia las criptomonedas, sino una exposición limitada y controlada. Por eso, el limite de inversión que sugieren se mantiene dentro del rango del 1% y el 3%, apostando a aprovechar el rendimiento sin perder de vista la volatilidad del activo.
A pesar de la fuerte inestabilidad que mostró Bitcoin en 2025, Itaú mantiene su apuesta por el activo. La criptomoneda arrancó el año cerca de los u$s95.000 dólares, retrocedió hasta los u$s80.000 durante la crisis arancelaria, alcanzó un récord histórico de u$s125.000 y terminó estabilizándose nuevamente en torno a los u$s95.000.
Al mismo tiempo, Itaú Asset Management, la administradora de fondos de inversión del grupo sigue avanzando en su estrategia digital. En septiembre creó una división exclusiva para criptoactivos y designó al exejecutivo de Hashdex, João Marco Braga da Cunha, como responsable.
Con esa base, la nueva unidad amplió la oferta existente, que ya incluye un ETF de Bitcoin y un fondo de jubilación con exposición a criptomonedas. Además, el banco adelantó que planea sumar una gama más amplia de productos, desde instrumentos de renta fija hasta opciones de mayor riesgo como derivados y staking.