Ser de la clase media argentina ya no es lo mismo que antes. Según los últimos números oficiales, una familia tipo necesita superar los $2 millones mensuales para mantenerse en este estrato social que caracterizó históricamente al país.
La pregunta sobre cuánto hay que ganar para ser considerado de clase media o alta se volvió cada vez más urgente.
Mientras la clase media se caracteriza por un estilo de vida relativamente cómodo que cubre necesidades básicas y algunos extras, la clase alta se distingue por un mayor poder adquisitivo y acceso a ciertos lujos.
El Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (IDECBA) actualizó recientemente su sistema de canastas. Este relevamiento detalla las cifras que permiten identificar en qué segmento social se ubica cada persona o familia según su ingreso mensual.
Los datos de octubre funcionan como parámetro para estimar los requerimientos salariales de diciembre. El estudio se basa en una familia tipo compuesta por dos adultos y dos hijos menores.
La estructura social porteña quedó definida con cifras que sorprenden por su magnitud. Para ser considerada de "clase media frágil", una familia necesita percibir al menos $1.628.924 mensuales.
El salto a la verdadera "clase media" requiere ingresos mínimos de $2.036.155 por mes. Esta cifra marca un hito: ser clase media en la Ciudad de Buenos Aires exige superar la barrera de los dos millones de pesos mensuales.
En el extremo superior de la pirámide social, la "clase alta" comienza a partir de $6.515.698 mensuales. Este grupo representa el sector con mayor poder adquisitivo dentro de la clasificación oficial del organismo porteño.
La pirámide social porteña presenta la siguiente estructura detallada de ingresos mensuales:
Un aspecto crucial del informe destaca que estos montos no incluyen el costo del alquiler. Esta omisión puede cambiar drásticamente la situación de millones de familias que no son propietarias de su vivienda.
Para las familias que alquilan, mantener un estilo de vida "de clase media" implica sumar un gasto mensual extra que, en muchos barrios, supera con comodidad el medio millón de pesos, según advierten los especialistas.