El escenario externo volvió a tomar protagonismo en la cotización de Bitcoin. Los futuros de los índices S&P 500 y Nasdaq repuntaron, anticipando un posible recorte de 25 puntos básicos por parte de la Federal Reserve (Fed).
Esa expectativa generó optimismo en el mercado cripto. Mientras tanto, BTC superó los u$s92.000 con más de 3 % de suba, y la dominancia del token apuntó al 58,7%.
En caso de un recorte menor al esperado, hay ruido entre analistas: se espera volatilidad y probable toma de ganancias. Si se concreta un recorte firme y las señales de liquidez vuelven, Bitcoin podría retomar impulso.
La actividad en los mercados de futuros y ETFs transmite una doble lectura. Por un lado, los fondos regulados mantuvieron entradas netas. Al cierre de la semana pasada, los ETFs spot de Bitcoin, XRP y otras criptos mostraron aportes por decenas de millones de dólares.
Por el otro, el interés abierto en futuros se elevó por encima de u$s130.000 millones y el volumen operado creció de forma abrupta.
Esos indicadores revelan que hay apetito por riesgo pero también una base de especulación fuerte. Las liquidaciones aumentaron: se registraron cientos de millones en cierres forzados de posiciones apalancadas. Esto mantiene viva la tensión entre quienes apuestan al alza y quienes buscan cubrirse.
El análisis técnico divide aguas
El analista Iván Bolé sintetiza muy bien el clima de debate que atraviesa el mercado. En sus palabras: "Llegó diciembre y no disipó los nubarrones. Tras caer dos meses consecutivos desde aquel máximo glorioso, lo único que hay es confusión, duda, liquidaciones".
Bolé remarca que conviven dos narrativas opuestas:
- una bajista, que ve riesgo de caídas profundas hacia u$s74.000-u$s63.000 (para los más extremos hasta u$s47.000)
- otra alcista, que mantiene la estructura de fondo intacta.
Según esta última, la directriz iniciada en septiembre de 2023 uniría los retrocesos clave (u$s25.000, u$s47.000, u$s74.000 y u$s80.500), algo que reforzaría la base para un nuevo tramo ascendente.
Si esa apreciación se confirma, asevera el experto, no sería extraño ver nuevos máximos hacia u$s130.000 o incluso u$s135.000. No obstante, el specialista entiende que "el precio parece haber entrado en una somnoliencia de manipulación, donde bruscos e inesperados movimientos de u$s2000, u$s3000 en un sentido y otro, van liquidando, uno a uno, los optimistas o pesimistas traders minoristas".
Si Bitcoin pierde el soporte clave señalado por Bolé (la zona alrededor de u$s74.500) podría repetir caídas previas, con riesgo a volver a mínimos como u$s63.000.
"Parece un buen momento para estacionar en la banquina y esperar a que haya una definición más clara", concluye Bolé.
Factor macroeconómico y dinero global: la gran apuesta
El vínculo entre mercados tradicionales y cripto se tornó explícito. Una Fed más flexible puede devolver liquidez global, especialmente para activos de riesgo. En ese contexto, Bitcoin aparece como alternativa ante activos con bajo rendimiento real.
Además, la entrada de capital institucional vía ETFs y fondos regulados consolida una base de demanda que puede sostener el precio.
Esa dinámica podría equilibrar el impacto de ventas puntuales o correcciones técnicas, y ofrecer un soporte real al mercado cripto.
Riesgos: correcciones, regulaciones y volatilidad
Nada asegura que el escenario ideal se cumpla. Un recorte tibio de tasas, sorpresas macro, nuevas regulaciones en EE. UU. o liquidaciones masivas pueden voltear el tablero en cuestión de horas.
Si Bitcoin pierde el soporte clave señalado por Bolé (la zona alrededor de u$s76.000) podría repetir caídas previas, con riesgo a volver a mínimos como u$s63.000.
La alta volatilidad y el apalancamiento en futuros obligan a operar con cuidado.
Lo que promete revalorización también puede exponer a pérdidas fuertes.