Durante 2025 el dólar dejó de dominar el ranking de inversiones en Argentina. Según un relevamiento reciente, en noviembre el rendimiento del dólar (en cualquiera de sus variantes) fue apenas del 0,8%.
El dato contrasta con el avance del oro (5,2 %) y el rendimiento de los plazos fijos tradicionales. En ese escenario, colocar el ahorro en dólares empezó a mostrar menor atractivo frente a otras opciones que rindieron por encima de la inflación y ofrecieron un resguardo más efectivo.
El cambio no fue abrupto: desde comienzos de año los depósitos en pesos indexados (UVA), los plazos fijos tradicionales y las inversiones en metales comenzaron a ganar protagonismo a base de un apunte incontrastable: mayores rendimiento.
Oro a la cabeza: el refugio que volvió a brillar
El oro rompió récords en 2025 y se consolidó como la inversión más rentable en pesos. Muchos analistas lo describen como el refugio clásico, pero en un contexto global de incertidumbre y de ajuste monetario en el mundo, su revalorización recuperó fuerza. En noviembre, el metal precioso anotó un crecimiento que superó al resto de las inversiones.
"Para quienes buscan proteger sus ahorros de la inflación y la volatilidad cambiaria, el oro ofreció lo que el dólar dejó de prometer: preservación de valor real y estabilidad", resume a iProUP la contadora y analista financiera Belén González.
La experta no tiene dudas sobre el impacto del cambio: "en un país con historia de crisis y de apreciación del dólar como refugio, este giro marca un nuevo patrón".
Plazo fijo y UVA: el retorno del ahorro tradicional
No todo el mundo tiene perfil para tolerar riesgos altos o para estar pendiente de fluctuaciones del oro o del dólar. En ese contexto, los plazos fijos tradicionales y los UVA resurgen como herramientas útiles.
Durante 2025, quienes invirtieron en plazo fijo tradicional vieron rendimientos en pesos que superaron a muchas variantes de dólar, mientras los UVA (atados a la inflación) ofrecieron cobertura contra la pérdida del poder adquisitivo.
Este retorno de las inversiones conservadoras sugiere que muchos argentinos prefirieron asegurar su capital antes que perseguir dólares o activos demasiado volátiles.
Dólares financieros y mercado bursátil: opciones con perfil intermedio
Para quienes aceptan algo de riesgo, los dólares financieros (MEP, contado con liquidación) y la bolsa local ofrecen alternativas de diversificación. En 2025 mostraron rendimientos interesantes, aunque quedaron por detrás del oro o los plazos fijos más conservadores.
El listado de inversiones con mejor rendimiento deja claro ese cambio de paradigma: no es que el dólar desapareció, sino que deja de ser la "primera opción automática".
"Incide claramente el contexto inflacionario. Con menores subas, el ahorrista prefiere lanzarse a la búsqueda de mayores rendimientos, y no solo preservar el poder adquisitivo", comenta Belén González. Para la experta, "el inversor, a toda escala, empieza a comprender que su guarda los dólares abajo del colchón su dinero termina en la trampa devaluatoria".
Qué cambió en el contexto para favorecer estas alternativas
Varias razones explican este giro en las preferencias de los ahorristas argentinos. El trabajo en cuestión menciona las siguientes causas:
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La inflación acumulada y la volatilidad del dólar volvieron riesgoso depender solo del billete.
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El oro recuperó atractivo global, con subas internacionales que fortalecen su valor real.
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Las tasas en pesos y los instrumentos indexados (como UVA) ofrecieron rendimientos compatibles con la inflación o mejores.
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El mercado local de inversiones ofreció alternativas accesibles y claras, sin necesidad de acceder al dólar ilegal o a operaciones complejas.
Qué significa este cambio para el ahorrista promedio
Para alguien que vive en Argentina y busca resguardar su capital, este ajuste de prioridades puede implicar ventajas:
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Menor exposición al riesgo cambiario.
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Diversificación de inversiones: no depender de un solo activo.
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Acceso a rendimientos reales cuando la inflación aprieta.
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Menor incertidumbre si se eligen instrumentos regulados y estables.
Pero también impone desafíos: evaluar objetivo de ahorro, horizonte temporal, perfil de riesgo, impuestos y costos de conversión (en caso de inversiones en dólares o metales).
Este año el dólar dejó de ser el refugio automático. La demanda de alternativas más rentables y seguras creció en Argentina. El ahorro volvió a pensar a futuro, a diversificar. Y en ese reordenamiento, el oro, los plazos fijos, los UVA y ciertas inversiones locales tomaron protagonismo.