El mercado argentino de tecnología vive un ajuste inusual. Los celulares muestran una caída de precios del 17% en lo que va del año, según un informe de la fundación Ecosur. La baja no surge por un rebote del consumo, sino por una combinación de oferta creciente, salarios debilitados y una política de apertura que transforma el negocio de la electrónica en la región.

En ese contexto, el Gobierno recordó que desde el 15 de enero se eliminarán por completo los aranceles de importación para teléfonos celulares, con el objetivo de equiparar valores locales con los de países vecinos y mejorar la competencia.

Más oferta, menos demanda y el efecto de la apertura

Ecosur comparó relevamientos de enero y de los días previos al último CyberMonday. Aunque se trata de una muestra de 57 productos, el recorte revela una tendencia clara: los precios se acomodan a la baja y presionan a un sector que ya enfrenta un consumo débil. El IPC de CABA confirma el movimiento, con una caída real del 25% en electrodomésticos entre enero y octubre.

La apertura importadora aceleró esta dinámica. El decreto 333/2025 estableció un cronograma de reducción del Derecho de Importación Extrazona (DIE). Hasta mayo, los celulares tributaban 16%, desde el 21 de ese mes pasaron al 8% y ahora, desde el 15 de enero, bajarán a 0%.

La medida también impactó en consolas de videojuegos, que pasaron de un 35% al 20%, igualando el Arancel Externo Común. La eliminación total del arancel abre una nueva etapa para el sector.

Juan Carlos Hallak, profesor de Economía Internacional en la Universidad de Buenos Aires, asegura que el impacto de enero se sentirá especialmente en celulares: "la baja del impuesto interno serán de otros 8 puntos". 

Para el experto, "es una muy buena noticia la quita de aranceles" porque "tener toda una producción en el sur, que no paga impuestos y no da valor agregado, es un sinsentido". 

Vale recordar que los cambios de mayo no generaron una baja inmediata como se esperaba. Antes, comprar un celular en el exterior implicaba cargas que podían sumar más de un tercio del valor total. Ahora, con un esquema más liviano, desde el sector estiman que podría aparecer una baja cercana al 30%, aunque remarcan que aún falta ver si el mercado la traslada de forma efectiva.

El consumidor cuida cada peso y redefine la compra

La consultora Nielsen IQ analizó la evolución del ticket promedio. En dólares, marcó una contracción del 8,4% respecto de enero-octubre de 2024. En pesos mostró un recorte real del 5,3%. Al mismo tiempo, se observa un proceso de "premiunización": los usuarios compran menos, pero cuando lo hacen eligen modelos superiores.

La demanda se mantiene contenida porque el salario registrado no mejora en términos reales desde enero. En paralelo, muchas marcas activan promociones para mover inventarios y evitar acumulación de stock.

Sin embargo, fuentes del sector advierten que no ven una baja estructural de precios en la industria, sino un empuje de importaciones paralelas y contrabando que presiona los valores hacia abajo.

Un ejemplo muestra la diferencia regional que el Gobierno busca reducir. Hoy, un iPhone 17 Pro Max cuesta en Chile unos u$s1.630. En Argentina, el mismo aparato, ronda los u$s2.400 ($3,5 millones). Eliminar aranceles apunta a acercar esos valores, aunque la industria espera ver si los costos globales acompañan.

La inteligencia artificial tensiona la cadena global

El boom de la inteligencia artificial genera un efecto inesperado. La demanda de memorias RAM, que son las mismas que usan los teléfonos, sigue en alza. El incremento de ese insumo clave complica la estructura de costos y puede poner un techo a la baja de precios. Las marcas ajustan márgenes y evalúan cómo absorber esos aumentos sin perder competitividad.

Si el costo de componentes sube y el mercado no reacciona con mayor demanda, la eliminación total de aranceles puede compensar solo una parte del impacto.

El salto de las importaciones anticipa un nuevo mapa competitivo

La empresa de logística y comercio exterior Jidoka proyecta un escenario más profundo. Con el esquema arancelario en cero, estima que las importaciones de celulares podrían duplicarse en 2026 y provocar una baja adicional de precios cercana al 40%.

Los datos del Indec muestran que el cambio ya empezó. Durante el primer bimestre, las importaciones totales desde China crecieron 73,5% interanual, hasta u$s3.024 millones.

Dentro de ese bloque, los productos electrónicos, especialmente teléfonos y computadoras, aumentaron 152% y sumaron u$s135 millones. Ese salto anticipó la flexibilización posterior y confirmó que los importadores se adelantaron al cambio de política.

Para Jidoka, la eliminación gradual de aranceles permite a los actores adaptarse a la transición, reduce el contrabando y busca un mercado más alineado con el precio internacional. Argentina mantuvo durante años una brecha de valores que duplicó precios frente a Brasil o Estados Unidos. El nuevo esquema intenta corregir esa distorsión.

"Venimos de una economía muy cerrada, es acertado ir en el sentido contrario. Lo único cuestionable es que se hizo muy rápido y en un contexto donde todavía no tenes el dólar acomodado", sostiene Juan Carlos Hallak.

Lo que espera el mercado a corto y mediano plazo

El sector entra en una etapa definida por tres factores: el poder de compra, la disponibilidad creciente de productos y un régimen de importación más abierto. La baja del 17% refleja esa combinación, pero también convive con presiones globales de costos que pueden moderar cualquier recorte adicional.

Las marcas y los retailers esperan un verano con más movimiento, pero no descartan un escenario donde el mercado elige esperar para ver si enero trae una baja de precios más profunda o si el aumento de componentes redefine el piso del sector.

Lo que ocurra en la primera mitad de 2026 marcará si el ajuste actual funciona como un episodio aislado o si se consolida un cambio estructural para los celulares en Argentina.

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