Bitcoin (BTC), la criptodivisa más importante por capitalización de mercado, perforó el piso psicológico de los u$s100.000 y marcó uno de los momentos más significativos del ciclo cripto 2023-2025.
Lo que parecía una pausa técnica se convirtió en una reconfiguración profunda del equilibrio entre oferta y demanda en el mercado.
Este fenómeno involucra a todas las capas del ecosistema:
- holders de largo plazo
- flujos institucionales
- derivados
- empresas públicas
- stablecoins
- la dinámica macroeconómica, especialmente el impacto del dólar
- el shutdown federal más largo en la historia estadounidense
Un conjunto de shocks simultáneos explica esta caída, entre ellos una venta histórica desde manos fuertes, debilitamiento de la demanda estructural y un unwind acelerado de posiciones alcistas.
El mercado experimentó la mayor liquidación apalancada registrada, el drenaje de liquidez del sistema financiero de EE. UU., y una correlación creciente dolorosa con la renta variable global.
Como resultado, el precio descendió a niveles no vistos desde mayo, y abandonó el piloto automático alcista hacia una fase donde imperan las fuerzas estructurales sobre la narrativa.
Bitcoin cae debajo de u$s 100.000 y se reconfigura el mercado
Durante la jornada que rompió los u$s100.000, Bitcoin retrocedió a u$s98.308, un 22% por debajo de su máximo histórico de u$s 126.273 de octubre.
"En su proceso de ajuste, los holders de largo plazo vendieron 815.000 BTC en los últimos 30 días, la mayor cifra desde enero de 2024", detalló un informe de Buenbit.
El trabajo puntualizó que "esto indica que quienes tradicionalmente mantienen posiciones a largo plazo encontraron incentivos para tomar ganancias".
La demanda corporativa se debilitó, con compras en octubre en su nivel más bajo del año, solo 14.400 BTC.
La demanda institucional también mostró señales de debilidad con salidas por casi u$s870 millones en ETFs de Bitcoin en EE.UU., en una pausa temporal del institucional.
A esto se sumó el mayor evento de liquidación apalancada histórica del 10 de octubre, que borró más de u$s 20.000 millones en posiciones con leverage, y dejó un mercado más nervioso y menos profundo en apalancamiento. La simultánea venta de posiciones alcistas en derivados intensificó la presión y profundizó la caída al romper soportes clave.
Presión fuerte de ventas y liquidaciones apalancadas
El shutdown federal prolongado en EE.UU., que duró 43 días, drenó liquidez al aumentar la cuenta del Tesoro, disminuyendo la capacidad de riesgo global y manteniendo al mercado casi "a ciegas" durante semanas.
"La incertidumbre generada por la falta de datos económicos clave enfrió aún más el apetito por activos volátiles como Bitcoin", precisó el reporte de Buenbit.
La combinación de tasas de interés altas y menor liquidez es históricamente una tormenta perfecta para las criptomonedas.
Bitcoin se desplomó en paralelo a los mercados de riesgo tradicionales como el S&P 500, Dow y Nasdaq, al caer más rápido por su mayor beta.
La correlación con el Nasdaq mostró asimetría: Bitcoin cae fuertemente en días negativos del mercado accionario, pero apenas sube en las jornadas positivas, un síntoma de fatiga más que de exuberancia en el activo tecnológico.
Factores macroeconómicos y correlación con mercados tradicionales
En el centro de esta corrección está el costo de producción de Bitcoin, estimado en torno a u$s94.000.
Históricamente, ese costo actúa como un límite inferior implícito donde mineros, inversores institucionales y acumuladores estratégicos intervienen para sostener el precio.
Actualmente, el mercado no está en colapso, sino en un ajuste profundo, donde los niveles entre u$s92.000 y u$s104.000 serán decisivos para la próxima tendencia de Bitcoin.
La zona mencionada concentra la mayoría de los clusters de liquidez, ventas de largo plazo, reducción de flujos institucionales, unwind de derivados y la psicología colectiva luego del rompimiento de u$s100.000.
Se anticipa volatilidad continua, con posibilidad de tocar u$s92.000–u$s95.000 si persiste la presión macroeconómica o continúan las salidas en ETFs.
Sin embargo, la adopción institucional, la presencia corporativa y la regulación global continúan siendo factores de soporte.
Zona crítica de precios y proyección volátil
Bitcoin no enfrenta una crisis de fundamentos sino un reequilibrio de precios tras un rally demasiado rápido para la capacidad absorción del mercado.
Según el trabajo de Buenbit, los ciclos alcistas duraderos incluyen fases de purga donde los excesos se corrigen y el precio vuelve a manos firmes.
Esta fase incómoda y ruidosa parece ser justamente eso: un ajuste necesario para definir las próximas etapas del ciclo cripto.
En paralelo, el mercado estadounidense muestra tensiones estructurales con un rally de inteligencia artificial cercano a su fase terminal, basado en expectativas más que en resultados sólidos.
La atención está puesta en el reporte financiero de Nvidia, un actor clave que podría definir la dirección futura del mercado tecnológico y, por ende, la correlación con Bitcoin.
Ajustes en el mercado tecnológico y su impacto en cripto
En contraste, se recomienda empezar a rotar hacia mercados emergentes como Brasil, que presenta fundamentos macroeconómicos sólidos y valuaciones atractivas.
Brasil tiene un superávit fiscal efectivo, inflación controlada y un Banco Central independiente que permite expectativas de recortes de tasas genuinos en 2026.
La combinación de estabilidad política, crecimiento sostenido y un mercado interno robusto hacen de Brasil un activo estratégico.
La bolsa brasileña opera a múltiplos mínimos de 15 años, con sectores clave como banca, minería y energía listos para trabajar como palancas de crecimiento y defensa.
La rotación hacia Brasil aparece como una estrategia racional frente a la incertidumbre y exigencia extrema de Wall Street.