Mercado Libre, el unicornio de comercio electrónico, volvió al centro de la escena. Mientras reclama una regulación más estricta para competidores como Shein y Temu, los documentos que la compañía presentó ante la SEC (el regulador bursátil de Estados Unidos) revelan que el gigante fundado por Marcos Galperin recibió 50% más beneficios fiscales entre enero y septiembre de 2025 respecto del mismo período del año anterior.
Según el formulario 10-Q, en el apartado "Régimen de promoción de la economía basada en el conocimiento en Argentina", la empresa informó exenciones impositivas por u$s50 millones en Ganancias y u$s17 millones en aportes a la seguridad social, lo que representa un total de u$s67 millones en apenas nueve meses. En todo 2024, las ventajas impositivas sumaron u$s57 millones.
Los beneficios se enmarcan en la Ley de Promoción de la Economía del Conocimiento, un esquema que actualizó el histórico régimen de software creado durante el kirchnerismo y que ofrece reducción de impuestos, estabilidad fiscal y créditos fiscales a las empresas que exportan servicios o desarrollan tecnología. Mercado Libre ingresó al programa oficialmente en 2021, tras ser aprobada por la Subsecretaría de Economía del Conocimiento.
Desde la empresa aseguran que el impacto neto es positivo para el Estado. En un comunicado enviado tras conocerse el informe, Mercado Libre sostuvo que en 2024 exportó servicios por más de u$s920 millones, pagó impuestos propios por u$s1.128 millones y retuvo de terceros otros u$s2.081 millones, es decir, "tributa veinte veces más de lo que recibe como incentivo".
"Seguimos cumpliendo con todos los requisitos que establece la ley, tal como confirman las auditorías realizadas por la Universidad de Buenos Aires y los últimos gobiernos", advierte la compañía.
El régimen de la Economía del Conocimiento busca promover actividades intensivas en innovación y capital humano. "A cambio de cumplir con metas de exportación y empleo calificado, las empresas acceden a una reducción en el Impuesto a las Ganancias y a un bono de crédito fiscal equivalente al 70% de los aportes patronales de los empleados afectados a actividades tecnológicas", explica el economista Marcos Pollino a iProUP.
"Según datos de la propia compañía y estimaciones privadas, Mercado Libre acumuló beneficios por más de u$s350 millones en los últimos cinco años", agrega el especialista. Se trata de una cifra que reaviva las críticas de sectores gremiales como el Observatorio del Trabajo Informático (OTI). Desde esa entidad sostienen que, por su tamaño y rentabilidad, el unicornio argentino "podría renunciar" a tales incentivos pensados originalmente para pymes tecnológicas.
El debate se reactivó justo cuando el Gobierno impulsa una reforma tributaria y se discuten los niveles de presión fiscal y los esquemas de promoción industrial. En ese contexto, los datos publicados por la SEC cayeron como una bomba política y mediática.
La controversia se amplificó por una coincidencia temporal: las revelaciones sobre los beneficios impositivos llegaron justo después de que Juan Martín de la Serna, presidente de Mercado Libre Argentina, reclamara públicamente un "marco regulatorio igual para todos" frente a la irrupción de plataformas chinas como Shein y Temu, que venden productos a bajo costo desde el exterior.
"Es importante tener un buen marco regulatorio que sea igual para todos los que compiten. Las regulaciones son muy importantes, tanto en las finanzas como en el comercio", sostuvo De la Serna en el Foro Abeceb.
El ejecutivo advirtió que el ingreso masivo de productos desde Asia amenaza al entramado local de pequeñas y medianas empresas, que representan el 90% del volumen de ventas dentro de la plataforma. "Cuando abrís el mercado indiscriminadamente y una empresa asiática te envía productos por barco, en realidad estás dando trabajo a empresas chinas, no argentinas", subrayó.
Sus declaraciones encendieron la discusión. Miguel Ángel Pichetto, diputado nacional, respondió con dureza en X: "Fui el primero que habló sobre la necesidad de gravar fuertemente a los productos de Shein y Temu. Ahora veo que también está preocupado el señor Galperin".
El fundador de Mercado Libre retrucó: "No estoy preocupado. Vamos a competir con ellos de la misma manera que lo hacemos en otros países del continente". Pichetto no se quedó atrás: "Mejor empezá a preocuparte, porque te van a pasar por arriba".
El caso expone una paradoja difícil de resolver: Mercado Libre es uno de los mayores contribuyentes privados del país, pero también uno de los principales beneficiarios de los regímenes de promoción fiscal. La empresa argumenta que el incentivo está diseñado para fortalecer sectores estratégicos, y que su expansión regional genera empleo de calidad y exportaciones de servicios tecnológicos.
Sin embargo, para los críticos, el gigante digital se aprovecha de un esquema pensado para fomentar el desarrollo de startups y pymes, no de corporaciones valuadas en más de u$s100.000 millones. "Tiene todas las áreas bajo un mismo CUIT y las que se dedican a la economía del conocimiento son una porción menor del negocio", apuntan desde la AGC.
En paralelo, el Gobierno debate cómo reformar el esquema tributario y reducir las cargas patronales, lo que modificaría de manera indirecta los beneficios que hoy aprovechan las empresas tecnológicas.
Con el avance de las importaciones, el desembarco de Amazon Bazaar y el crecimiento de las plataformas asiáticas, Mercado Libre enfrenta el desafío de defender su liderazgo sin perder legitimidad ante la opinión pública. Su reclamo por "reglas iguales" coincide con un contexto en el que se multiplican las preguntas sobre el trato impositivo que recibe.
En ese juego de espejos, el unicornio más emblemático de la región vuelve a quedar en el centro de todas las discusiones: como símbolo del éxito empresarial latinoamericano, pero también como emblema de los privilegios fiscales que muchos cuestionan.