En un escenario económico argentino donde la inflación se mantiene como uno de los mayores desafíos para los ahorristas, los Fondos Comunes de Inversión (FCI) se posicionan como uno de los instrumentos más relevantes para quienes buscan no sólo preservar capital, sino también intentar superar la inflación real.
En diálogo con iProUP, economistas y administradores de fondos detallan cómo aprovechar este vehículo, qué tipos de fondos ganaron más en los últimos meses y cómo construir una cartera diversificada según el perfil de cada inversor.
Los FCI son vehículos de inversión colectiva en los que varias personas aportan su dinero para que un profesional lo administre e invierta en una cartera diversificada de activos.
Así lo explica Eric Paniagua, economista y socio de Dekadrak Venture Capital Consulting, en diálogo con iProUP: "Son pools de inversión donde una persona o empresa destina sus fondos a una administración autónoma, generalmente a cargo de un banco o una sociedad de bolsa, que los aloca en diferentes tipos de activos para generar rentabilidad".
Entre sus principales ventajas, este tipo de instrumento ofrece gestión profesional, accesibilidad con montos bajos, liquidez (según el fondo) y regulación por parte de la CNV.
No obstante, exige que el inversor comprenda el perfil de riesgo, el horizonte de inversión y la categoría del fondo antes de ingresar.
Desde Balanz, una de las principales administradoras del país, resumen a este medio cinco razones por las cuales los FCI se consolidaron entre los pequeños ahorristas:
La respuesta depende del tipo de fondo y la estrategia utilizada. Un informe de Consultatio muestra que, durante 2024, algunos fondos de renta fija en pesos lograron rendimientos superiores al 80% anual, ubicándose entre los pocos instrumentos capaces de superar la inflación acumulada del período.
Otros, como los fondos CER (ajustados por inflación) o dólar linked, ofrecieron cobertura frente a los movimientos del tipo de cambio y el alza de precios.
Sin embargo, los resultados varían ampliamente según el gestor, el momento de entrada y el nivel de riesgo asumido.
En paralelo, el mercado local atraviesa una etapa de modernización regulatoria. La Comisión Nacional de Valores (CNV) dispuso la Resolución General 1089, que introduce cambios en los fondos abiertos y cerrados.
Entre las medidas, se destacan la simplificación de trámites de inscripción, la digitalización de registros, la reducción de requisitos patrimoniales y la posibilidad de nuevas emisiones más ágiles.
"La CNV informó un paquete de medidas orientadas a simplificar los procesos de inscripción, autorización y control de los FCI. Con estas modificaciones se busca profundizar la desregulación del mercado y estimular la canalización del ahorro hacia la inversión productiva", explica a iProUP Ignacio Morales, Chief Investment Officer de Wise Capital.
Este cambio, remarcan los expertos, podría derivar en más competencia entre administradoras, costos más bajos y una mayor variedad de productos. En consecuencia, los pequeños ahorristas podrían acceder de manera más sencilla a fondos antes reservados para inversores institucionales.
Según el equipo de FIMA Administradora de Fondos, una estrategia práctica para invertir en pesos puede dividirse entre cinco categorías, ordenadas de menor a mayor riesgo:
"Estas categorías permiten ajustar la exposición en función del perfil de riesgo y el horizonte de inversión. Una persona joven, con ingresos estables, puede permitirse más exposición a fondos de acciones o dólar linked, mientras que quien prioriza estabilidad buscará fondos de liquidez o renta fija", señalan a iProUP desde FIMA.
En la práctica, una cartera equilibrada podría distribuirse de la siguiente forma: 40% en money market o renta fija corto plazo; 30% en CER o dólar linked; 20% en renta fija local con mayor riesgo; y 10% en renta variable. Pero los expertos advierten que no existe una combinación "de manual": el esquema cambia según la tolerancia al riesgo, los objetivos personales y el contexto macroeconómico.
Los especialistas consultados coinciden en que, antes de suscribir un FCI, conviene revisar varios aspectos clave:
Además, plataformas como Rankia o FondosOnline ofrecen rankings comparativos que ayudan a evaluar rentabilidad y riesgo. Según los últimos relevamientos, los fondos de renta fija en pesos rindieron entre 3% y 4% mensual, mientras que los de renta variable mostraron retornos superiores, aunque con mayor volatilidad.
Aun con sus ventajas, los FCI no están exentos de riesgos:
Para el ahorrista argentino, los FCI representan una alternativa más sofisticada que un plazo fijo tradicional.
Permiten diversificar, acceder a estrategias profesionales y potencialmente superar la inflación, aunque no de forma automática. Los expertos recomiendan tres pasos esenciales:
"Invertir no es elegir el fondo que hoy rinde más, sino construir una estrategia que refleje el perfil del inversor", coinciden los especialistas.