La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) anunció una flexibilización en las normas del Impuesto a las Ganancias para contribuyentes argentinos que perciben ingresos en el exterior, en un intento por ampliar la base tributaria y reducir la carga administrativa de quienes operan fuera del país.
La medida fue oficializada mediante una resolución publicada en el Boletín Oficial, y permite que personas físicas con rentas extranjeras puedan adherirse al régimen simplificado del Impuesto a las Ganancias. Algunas de las operaciones que entrarán en esta categoría incluyen:
Este esquema, que debutó en junio de este año con una adhesión limitada, busca facilitar la presentación de declaraciones juradas y automatizar el cálculo del tributo en base a la información que ARCA ya posee en sus bases de datos.
El régimen simplificado permite que el organismo fiscal determine el impuesto a pagar utilizando datos como consumos, movimientos bancarios, ingresos declarados y facturación electrónica.
El contribuyente solo debe revisar, aceptar o impugnar la liquidación propuesta, lo que reduce significativamente los tiempos de cumplimiento y los costos asociados a la asesoría contable.
En su primera etapa, apenas 12.700 personas de los más de 1,7 millones habilitados se incorporaron al sistema, lo que motivó esta ampliación de alcance.
La flexibilización también incluye nuevos umbrales para solicitar la reducción de anticipos, actualizados automáticamente según la inflación acumulada. Esto permitirá que quienes tengan ingresos irregulares o estacionales puedan ajustar sus pagos sin enfrentar penalidades, siempre que cumplan con los requisitos establecidos por ARCA.
La entidad explicó que estas modificaciones buscan "adecuar el régimen a los distintos perfiles de contribuyentes y promover mayor equidad en la determinación de la carga tributaria anticipada".
En paralelo, se modificaron los montos mínimos a partir de los cuales las empresas que exportan o importan deben informar sus operaciones internacionales, lo que impacta directamente en el comercio exterior.
Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia del Gobierno para incentivar la formalización de ingresos globales y mejorar la trazabilidad fiscal sin desalentar la inversión o la actividad profesional transfronteriza.