Chris Larsen, uno de los fundadores de Ripple Labs, vende desde hace varios años grandes cantidades de XRP, la criptomoneda vinculada a la empresa.
Esta actividad la permitió a Larsen generar ganancias superiores a los u$s764 millones.
El dato llamó la atención en el ecosistema cripto, no solo por el volumen, sino por el patrón que parece seguir el fundador: vender cerca de los picos de precio.
La última operación del ejecutivo se concretó este mes, cuando vendió 50 millones de XRP, equivalentes a unos u$s120 millones.
Lo llamativo es que esta transacción se dio durante este mes, un momento históricamente volátil para XRP.
Durante este período, el token sufrió caídas significativas que afectaron la confianza del mercado y redujeron la actividad institucional.
El comportamiento de Larsen fue analizado por expertos como Maartun, de CryptoQuant, quien explicó que sus ventas muestran un patrón cíclico tienden a coincidir con máximos locales.
Esta acción llevó a algunos expertos a preguntarse si se trata de un caso de excelente timing o simplemente de coincidencias.
Otros, en tanto, especularon sobre el impacto que estas ventas podrían tener en el precio del token.
Algunos inversores creen que las operaciones de figuras clave como Larsen pueden influir en la percepción del mercado, especialmente en momentos de baja liquidez o incertidumbre.
Sin embargo, todavía no hay evidencia de que sus movimientos hayan provocado caídas directas en el valor de XRP.
Otro punto que generó discusión es la transparencia. Aunque las transacciones están registradas en blockchain, muchos usuarios reclaman mayor claridad sobre los motivos detrás de cada venta.
Ripple evitó brindar explicaciones públicas sobre las ventas de Larsen y permanece enfocada en sus litigios con la SEC y en expandir sus soluciones de pagos transfronterizos.