El Gobierno implementó recientemente una restricción para frenar el tradicional "rulo" entre el dólar oficial y las cotizaciones financieras: quienes compren MEP no podrán operar en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) durante los siguientes 90 días, y viceversa.
Además, las billeteras virtuales y los brokers dejaron de ofrecer dólar oficial, lo que obligó a los ahorristas a buscar alternativas para dolarizarse. Sin embargo, lejos de desaparecer, el mercado encontró un nuevo resquicio: ante la ampliación de la brecha entre cotizaciones, surgió una operatoria que volvió a ganar protagonismo —el "pure"—, que consiste en arbitrar el dólar MEP y el blue para obtener una ganancia inmediata.
Durante la gestión de Alberto Fernández, el "pure" consistía en comprar dólar MEP, transferirlo a una cuenta bancaria, retirarlo en efectivo y luego venderlo en el mercado informal.
Esta vez, el circuito es inverso: los operadores venden dólar MEP, reciben pesos en su cuenta y luego compran dólares blue, aprovechando la diferencia entre ambas cotizaciones.
Actualmente, el dólar MEP se ubica en torno a $1.552, mientras que el blue ronda los $1.513, lo que arroja una brecha de $39 por dólar. En ese contexto, una persona que realice la operación con u$s6.000 obtiene una ganancia inmediata de aproximadamente $234.000.
Si una familia tipo repitiera la operatoria (suponiendo que todos los integrantes son mayores de edad), el beneficio podría llegar a $936.000.
Incluso, según pudo averiguar iProUP, algunos grupos operan a valores intermedios entre la compra y la venta del blue, lo que sumaría cerca de $10 adicionales por dólar, incrementando la ganancia en otros $60.000 por participante.
El atractivo de esta operatoria se vio reforzado por la reciente ampliación de los montos a partir de los cuales los bancos y agentes de bolsa deben informar movimientos a la ARCA, según lo anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
Los nuevos umbrales para personas físicas son:
Tenencias en sociedades de bolsa (ALyCs): $100.000.000
Saldos a fin de mes: $50.000.000
Extracciones en efectivo: $10.000.000
Operaciones en moneda extranjera: u$s10.000
Todos estos límites son mensuales.
Si bien esta operatoria parece, en principio, no tener implicancias legales, especialistas advierten que podría derivar en problemas fiscales y tributarios.
Marcelo Rodríguez, director ejecutivo de MR Consultores, explicó a iProUP que el principal riesgo es que el fisco considere que existe un incremento patrimonial no justificado.
"La ex AFIP podría interpretar que se está incrementando el dinero que se mueve por las cuentas sin la debida justificación. Además, la ley de procedimiento establece que cuando los depósitos no se condicen con el nivel de ingresos, el contribuyente puede ser objeto de ajustes en Ganancias e IVA", advirtió.
Por su parte, el contador Marcos Zocaro recordó que ninguna operación que involucre al mercado blue está permitida por la normativa vigente.
Además, destacó que las divisas depositadas en una cuenta comitente o en efectivo tributan Bienes Personales, aunque están exentas si se transfieren a una caja de ahorro o se mantienen en bonos.
En tanto, Sebastián Domínguez, director de SDC Asesores Tributarios, advirtió que, pese a los nuevos umbrales de información bancaria, los riesgos no desaparecen.
"Siguen vigentes las normas del régimen penal cambiario y la posibilidad de que se inicien causas por lavado de dinero. El único cambio es que los bancos ya no informan automáticamente movimientos inferiores a $50 millones, lo que dificulta la detección, pero no elimina el riesgo", explicó.
El especialista añadió que, aunque las consecuencias pueden no ser inmediatas, la AFIP podría reclamar impuestos hasta dentro de varios años.
"La prescripción para determinar tributos es de cinco años, pero se cuenta desde la presentación de la declaración jurada. Una operación realizada hoy podría generar reclamos hasta el año 2032", detalló.
Aunque el "rulo 2.0" ofrece ganancias rápidas y tentadoras, los especialistas coinciden en que sus riesgos fiscales y legales siguen vigentes.
Quienes aprovechen la operatoria deben tener presente que los controles pueden llegar más tarde, pero las consecuencias pueden extenderse durante los próximos gobiernos.