Los servicios financieros están siendo revolucionados a través de las tecnologías que ofrece el mundo digital. 

En este contexto de cambio, términos como "challenger bank" o "neobank" han comenzando a usarse cada vez más para referirse a plataformas digitales que compiten directamente con los grandes bancos a partir de productos sencillos, basados en la movilidad que permite la red, accesibles desde un smartphone y sin oficinas físicas ni la infraestructura tradicional.

De acuerdo con datos de estudios recientes, tan sólo en Estados Unidos el 73% de todas las interacciones de los consumidores con los bancos ya se realizan en línea. En ese sentido, los challenger banks han irrumpido en ese país como una alternativa con la que más de la mitad (63%) de los clientes se siente extremadamente satisfecho.

"Estos negocios responden a la adopción que ha tenido Internet en la vida cotidiana; son transparentes, sencillos y cercanos a los nuevos usuarios. Representan una opción con alto potencial para millennials (26% de la población, de acuerdo con el Inegi), así como para jóvenes centennials que comienzan a explorar este mercado junto con otras generaciones", asegura Ángel Sahagún, fundador de albo, el challenger bank mexicano.

De acuerdo con los expertos, una de las razones por las cuales estas alternativas están teniendo una mayor aceptación, es su bajo costo, pues la tecnología les permite operar sin necesidad de grandes estructuras, sucursales y procesos complejos. 

Como resultado de esto, sus productos son asequibles, muchas veces sin comisiones; además, representan un gran aliado en tareas cotidianas como el pago de servicios o transferencias.

Otra de las características de los challenger banks es que facilitan los movimientos y operaciones que suelen ser tediosas. Se trata de experiencias más directas; de hecho,un estudio global de consumidores reveló que los usuarios tienen altas expectativas en la personalización: seis de cada 10 quieren servicios más rápidos y fáciles.

Albo es un claro ejemplo de cómo los challenger banks están respondiendo a estas expectativas, ya que su  servicio funciona a través de una aplicación gratuita sencilla e intuitiva, que permite a las personas hacer uso inteligente de su dinero desde su smartphone y una tarjeta de débito Mastercard. La app ofrece la seguridad de rastrear los movimientos en tiempo real y obtener reportes sobre las compras durante cualquier momento del día.

"Los challenger banks representan una opción de negocio que refuerza su presencia en el país a través de diferentes productos financieros, como cuentas digitales, tarjetas de débito y propuestas de inversión, que están configurando una nueva banca, al utilizar la tecnología como disruptor del status quo en un ecosistema competitivo, pero cuyo mayor valor es estar centrado en las necesidades del cliente", concluye Sahagún.

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