Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), confirmó este miércoles 17 de septiembre un recorte de 0,25 puntos porcentuales en la tasa de interés de referencia, que ahora se ubica en el rango de 4% a 4,25%.
Se trata del primer recorte del año y el primero bajo la actual administración de Donald Trump, que llevaba un tiempo en presión al organismo por una flexibilización monetaria ante los signos de desaceleración económica.
La decisión fue tomada por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) tras una reunión de dos días en Washington, en un contexto marcado por tensiones comerciales, inflación persistente y un mercado laboral en retroceso.
Jerome Powell, presidente de la Fed: "La política monetaria necesita ajustes rápidos y precisos"
Powell explicó en conferencia de prensa que el recorte responde a un cambio de enfoque: "Los riesgos a la baja para el empleo han aumentado", sostuvo, al tiempo que descartó una baja más agresiva.
"No hubo un apoyo generalizado para un recorte de 50 puntos básicos", confesó, en referencia a las discusiones internas del comité.
Según datos oficiales, la inflación interanual en agosto se ubicó en 2,9%, por encima del 2,7% del mes anterior, mientras que la tasa de desempleo alcanzó el 4,3%, con una caída abrupta en el ritmo de contrataciones: solo se crearon 29.000 empleos mensuales en promedio durante el último trimestre, frente a los 130.000 de mayo.
La medida busca aliviar los costos de financiamiento en sectores clave como vivienda, automóviles y créditos empresariales, en un intento por estimular el consumo y la inversión sin desatar nuevas presiones inflacionarias.
Powell reconoció que la política monetaria atravesó ajustes extremos en los últimos cinco años, con alzas y recortes significativos, pero subrayó que el actual movimiento responde a una necesidad puntual de reequilibrio. "Uno tiende a hacerlos cuando siente que la política está fuera de lugar y necesita moverse rápidamente", precisó.
El recorte se produce en medio de una guerra arancelaria renovada, endurecimiento de las leyes migratorias y tensiones con socios comerciales, factores que contribuyeron a la incertidumbre macroeconómica.
Aunque los consumidores mantienen niveles de gasto relativamente estables, la fragilidad del mercado laboral y el aumento de los precios en servicios básicos precuparon a analistas y ciudadanos por igual.
La Reserva Federal, por su parte, dejó abierta la posibilidad de nuevos ajustes si las condiciones lo requieren, pero evitó comprometerse con una trayectoria definida.
Con este giro, la Fed busca recuperar margen de maniobra sin perder credibilidad frente a los mercados. La decisión fue bien recibida por Wall Street, que anticipaba una flexibilización moderada.
Sin embargo, persisten dudas sobre la efectividad del recorte en un entorno donde las presiones estructurales pueden seguir afectando la dinámica económica con factores clave como:
- El envejecimiento demográfico
- La automatización de tareas
- Los conflictos geopolíticos
Powell, fiel a su estilo, cerró con cautela: "Seguiremos evaluando los datos y actuaremos según lo requiera la estabilidad financiera y el bienestar del país".