Según un reciente estudio realizado por la consultora Moiguer, la economía argentina muestra señales de recuperación parcial luego de varios meses de incertidumbre y caída del consumo.
Si bien algunos indicadores comienzan a reflejar cierta estabilidad y repunte en sectores específicos, el alivio económico aún no se distribuye de manera uniforme entre los distintos niveles de la población.
Mientras los niveles de economía más altos amplían su consumo, las clases media y baja muestran fuertes señales de estancamiento de los sueldos.
El informe titulado "La Argentina pesificada versus la Argentina dolarizada" destacó que la mitad de la población vive con sueldos por debajo de la línea de clase media, algo que muestra una gran desigualdad entre los ingresos y el acceso al consumo.
El documentó mostró que para el segundo trimestre de 2025 los valores de los ingresos promedios fueron:
Según los resultados, el 44% de los argentinos se encuentran posicionados dentro de estos dos grupos.
Sin embargo, el 50% de los hogares de argentina se los clasifica dentro de la clase baja y se pueden segmentar de la siguiente manera:
Estas cifras muestran la fragilidad económica extendida dentro del país, con serias dificultades para cubrir los principales gastos del hogar.
En paralelo, los sectores más acomodados representan la menor parte de la sociedad, con sueldos que rondan los:
Este grupo concentra un alto consumo en dólares, especialmente en bienes importados, viajes y ahorro fuera del sistema financiero local.
El informe advirtió que mientras las clases altas logran expandir su consumo, la clase media se encuentra en una constante pérdida de su poder adquisitivo.
El ingreso de la mayoría de los argentinos no logra equiparar el ritmo inflacionario y la recuperación del consumo no se refleja en sus bolsillos.
Por su parte, los hogares de clase baja dependen cada vez más de la asistencia estatal, con ingresos que se sostienen por programas y beneficios sociales.