Seleccionar el concepto correcto en una transferencia puede evitar impuestos, retenciones y problemas fiscales. Qué significa cada uno y cómo elegirlo bien
18.04.2025 • 08:12hs • FINANZAS PERSONALES
FINANZAS PERSONALES
Estos son los conceptos que hay que usar para no pagar impuestos en transferencias bancarias
Las transferencias, ya sea desde o hacia cuentas de bancos o billeteras virtuales, se convirtieron en una herramienta habitual para millones de argentinos.
Esta ya forma parte de las operaciones diarias, como pagos de servicios, compras, alquileres, aportes familiares, inversiones o gastos compartidos, especialmente a principios de mes.
Sin embargo, no todo se reduce al monto y al destino: un aspecto fundamental a tener en cuenta es el concepto con el que se justifica la transferencia.
Es que seleccionarlo de forma incorrecta puede derivar en consecuencias fiscales no deseadas por parte de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), desde retenciones hasta la aplicación de impuestos.
¿Qué es el concepto en una transferencia y para qué sirve?
Cabe remarcar que el concepto es el motivo que se declara al realizar una transferencia y tiene como objetivo brindar información al receptor sobre el origen del dinero.
Este dato no solo es útil para identificar la operación, sino que funciona como respaldo ante cualquier reclamo o requerimiento legal o fiscal, tanto para quien envía como para quien recibe.
La lista de motivos puede variar según la entidad financiera, pero entre los más comunes se encuentran:
- Alquileres
- Aportes de capital
- Bienes registrables (habitualistas y no habitualistas)
- Cuotas
- Expensas
- Factura
- Haberes
- Honorarios
- Inmobiliaria (habitualista y no habitualista)
- Préstamos
- Seguros
- Suscripción a obligaciones negociables
- Varios
Cada concepto puede ir acompañado por una referencia adicional (hasta 12 caracteres, dependiendo del banco), que aporta más detalle sobre la operación.
En casos como bienes registrables o suscripción a obligaciones negociables, puede ser necesario presentar una declaración jurada para acreditar la veracidad del motivo declarado.
¿Qué pasa si se elige mal el concepto en una transferencia?
Una selección inadecuada del concepto puede derivar en:
- Retenciones fiscales, como el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, si la operación se considera una actividad comercial.
- Problemas legales o administrativos, si no hay coherencia entre lo declarado y lo realmente pactado.
- Requerimientos adicionales de documentación, como facturas o declaraciones juradas.
Por ejemplo, si una transferencia corresponde a la venta de un producto o servicio, debería estar respaldada con una factura válida, según la normativa fiscal vigente.
Si no se declara correctamente, el banco puede aplicar una retención del 2,5% o más, que luego debe regularizarse a través de un Volante Electrónico de Pago (VEP).
¿Qué transferencias no pagan impuestos?
Hay casos en los que las transferencias están exentas de tributos, como:
- Envíos entre cuentas del mismo titular, ya sea persona física o jurídica.
- Operaciones entre cuentas judiciales.
- Transferencias realizadas por usuarios finales de servicios financieros, que no desarrollan actividad comercial.
Además, si el receptor está inscripto en el monotributo unificado, puede evitar ciertas retenciones automáticas al estar registrado correctamente ante ARCA y Rentas.