¡Llegó el día! Donald Trump asumirá, este lunes 20 de enero, la presidencia de los Estados Unidos. Y en la antesala de su arribo a la Casa Blanca, el mundo, y sobre todo Argentina, están expectantes de cuál será el efecto de este hecho histórico en diferentes aspectos, especialmente en el mercado.
Es que la noticia llega en un momento en el que los papeles argentinos atraviesan un gran momento. Cabe remarcar que, en 2024, el Global X MSCI Argentina fue el Exchange Traded Fund (ETF) de acciones de un país con mejor desempeño y rendimiento de renta variable en todo el mundo.
Con un retorno total del 63,5% en dólares, lideró el podio, con una diferencia de casi el doble del segundo puesto. En concreto, el Top 5 quedó así:
- Argentina - ARGT: 63,5%
- Israel - EIS: 34,5%
- Estados Unidos - SPY, que replica el índice de S&P500: 24,9%
- Singapur - EWS: 22,1%
- Perú - EPU: 21,8%
Es en este marco que las miradas están puestas en cuál será el impacto, a corto, mediano y largo plazo, del regreso de Trump al 'despacho oval', siendo el segundo presidente en la historia de la nación norteamericana en tener dos mandatos no consecutivos, tras Grover Cleveland en 1893.
Esto, específicamente en los ADRs (American Depositary Receipts), que representan las acciones de empresas del país que cotizan en Wall Street. Esto posibilita que personas de distintas naciones puedan acceder a papeles de empresas sin necesidad de operar directamente en la Bolsa de Nueva York (NYSE) o Nasdaq, por mencionar.
¿Cuál será el "efecto Trump" en las acciones argentinas en EEUU?
Sebastián Cao, analista del Research & Forecast Econométrica, asegura a iProUP que "en primer lugar, hay que tener en cuenta las declaraciones del próximo secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien propone reducir el déficit fiscal norteamericano recortando de forma contundente el gasto público, a la vez que pide mantener y renovar la rebaja de impuestos vigente".
Estas medidas llegarían, en parte, de la mano de Elon Musk, quien, junto a Vivek Ramaswamy, estará al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por su sigla en inglés) durante el mandato de Trump y que, similar a lo que ocurre en Argentina con el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger, tendrá el objetivo de recortar gastos y achicar el peso del Estado.
Aunque, por sí mismo, no tendrá potestad para hacerlo, ya que esa responsabilidad le corresponde al Congreso, brindará, según se pudo conocer, recomendaciones para que el gobierno las impulse y se lleven adelante.
"Esto generaría menores presiones inflacionarias y menores necesidades de endeudamiento, y, por lo tanto, una menor tasa de interés que presione la apreciación del dólar. Apreciación que le quita competitividad en el comercio internacional", argumenta Cao.
Cabe recordar que, en la actualidad, la tasa de política monetaria de la Reserva Federal (FED) se ubica en el rango de 4,25%-4,50%, tras bajar en diciembre pasado del 5,25%-5,50%, el nivel más alto en 23 años.
En este sentido, afirma que "en economías emergentes como la nuestra, una baja en la tasa de interés norteamericana vuelve más atractivos los activos de esas economías para los inversores dispuestos a tomar mayor riesgo, y, adicionalmente, puede repercutir, si se quiere mantener la paridad cambiaria, en una reducción de la tasa de financiamiento en esas mismas economías emergentes".
Es que una baja tasa de interés hace que sea más barato pedir dinero, lo que incentiva a personas y empresas en Estados Unidos a tomar préstamos, aumentar el consumo y, por supuesto, invertir en activos, como pueden ser los argentinos.
Esto ocurre no solo en un marco en el que los papeles 'celeste y blanco' atraviesan un panorama alentador, sino también en un contexto de buenas relaciones entre Donald Trump y Javier Milei, lo que, aunque parezca irrelevante, puede reforzar un sentimiento de confianza en los inversores.
En este sentido, una entrada de capitales a estas empresas a través del rendimiento de sus activos en Wall Street puede hacerlas más fuertes, incentivar inversiones, fortalecer la economía, estabilizar el mercado cambiario —lo cual se vería incluso potenciado por la disminución del crawling peg y la política económica del Gobierno— y reforzar la economía local.
"Esto puede ser muy favorable para las empresas argentinas que cotizan en la plaza norteamericana a través de ADRs, que podrían ver incrementado su valor si, efectivamente, el mercado considera que la nueva política económica norteamericana quitará presión sobre la tasa de interés", sostiene Cao a iProUP.