Durante años, ir a un comercio y abonar con el celular - evitando así el tener que estar llevando una o varias tarjetas de crédito- fue una asignatura pendiente en la Argentina. Mientras esta tendencia crecía en el mundo, aquí brillaba por su ausencia.

El primer gran paso en la masificación de este sistema lo dio hace un año Mercado Pago, cuando anunció la disponibilidad general de los Códigos QR para tal fin: en apenas doce meses inundó los comercios minoristas y mayoristas del país.

La apuesta de Marcos Galperín tuvo los ribetes de un ataque relámpago: en tiempo récord no solo lo instaló en la mente de vendedores y consumidores, sino que llevó a la digitalización de espacios que, históricamente, se venían manejando solo con "cash".

Supermercados chinos, ferias, kioscos y almacenes barriales. El QR pasó a estar presente en miles de establecimientos y la gran apuesta del creador de Mercado Libre es que siga arrasando con todo lo que encuentre a su paso.

La empresa más grande del país, valuada en u$s30.000 millones, tiene sobrados motivos para redoblar su apuesta: su último balance trimestral reveló que, sumando todos sus productos financieros, procesó cerca de 150 millones de transacciones, equivalentes a la friolera de u$s5.639 millones.

Esta cifra representó un aumento del 83% en los últimos 12 meses. Además, los pagos fuera del marketplace de Mercado Libre aumentaron 120% interanual en dólares, alcanzando poco más de u$s2.500 millones.

En diálogo con iProUP, Paula Arregui, Senior VP de Producto de Mercado Pago, se muestra sorprendida con la masificación de esta modalidad transaccional. Asegura que recién está cumpliendo un año y su crecimiento excedió todas las estimaciones previas que tenía la firma.

"Era un desafío ver cómo iba a evolucionar entre los compradores y vendedores quienes, en definitiva, son los que hacen que la red crezca. El resultado hoy muestra que el repunte superó las expectativas en todos los frentes", asegura.

La ejecutiva subraya que fue clave no sólo la facilidad de uso (sólo requiere una app y un código impreso en papel), sino también el "boca en boca" entre los usuarios y la gran conveniencia en cuanto a costos, en comparación a los asociados a los sistemas tradicionales de pago.

Lo que viene en 2019

Arregui afirma a iProUP que el negocio QR está escalando "a triple dígito" entre vendedores, pagadores únicos que lo adoptan y también en cuanto a transacciones.

"Para llegar a los canales tradicionales, hemos puesto en marcha lo que llamamos ‘polos’, para que los ejecutivos de ventas puedan recorrer comercios y así ir sumando volumen con este medio de pago", explica la VP. ¿Señal de alerta para Prisma y First Data?

Para continuar por la buena senda, la firma comandada por Galperín prepara una batería de novedades. Entre ellas, su alianza con una de las cadenas minoristas más fuertes de la Capital Federal.

"Estamos incorporando a Farmacity, ya que creemos que es otro de los lugares habituales donde va a proliferar muchísimo el uso de pagos por celular", indica la VP de Mercado Pago.

A nivel técnico, suma Arregui, se está trabajando en dos proyectos capaces de marcar un antes y un después en las formas de pago de los argentinos. Más aún, si se tiene en cuenta quién lo impulsa: la empresa más grande del país, que sextuplica el valor de mercado de la segunda (YPF). 

Además, señala a iProUP que la compañía está avanzando con una nueva modalidad por la cual el comprador -en lugar de escanear un código QR- pueda mostrarlo y sea el comercio el que lo lea.

"Esto mejorará la experiencia de pago", explica la especialista. Añade que así se hace en otros países, por ejemplo, para ingresar a establecimientos y a espectáculos, por lo que no resulta descabellado pensar en una expansión de la empresa hacia ese tipo de negocios.

En exclusiva, la ejecutiva de la compañía, anticipa otro desarrollo -el más importante- va a dar que hablar no sólo en el ámbito fintech sino también entre los bancos que operan en Argentina. "Hemos empezado a trabajar en la interoperabilidad. Es decir, que con cualquiera de las billeteras virtuales existentes se pueda abonar con nuestro QR. Y que Mercado Pago use el código de terceros", confirma Arregui. "Facilitando esta interoperabilidad creemos que, como industria, avanzaremos rápido en pos de un profundo cambio de educación y hábito de la sociedad", añade. 

 

Plan Expansión, paso a paso

Si se quiere consolidar el servicio, será clave extenderlo más allá de los límites actuales. 

El escenario ideal para Mercado Pago es conformar una red tal que todo el "barrio" esté subido al QR: no sólo los grandes comercios, sino que tanto en verdulerías, carnicerías como en todo negocio a la calle se torne habitual el pago vía celulares.

En este contexto, cobran especial relevancia los ejecutivos de ventas que, a fuerza de recorrer este tipo de negocios, puedan agrandar su espacio operativo.

Un dato importante que revela la ejecutiva es que, aunque el programa comenzó moviéndose fuerte con grandes marcas -entre ellas YPF, McDonald’s, Axion y Shell- hoy la mitad de las transacciones proviene de pequeños comercios.

"Si bien los montos que se manejan en cada operación son más reducidos, cuando los sumamos vemos que esa enorme red de establecimientos aporta 50% de las transacciones procesadas por esta vía", aclara.

Arregui explica, paso a paso, el "plan maestro" para que las operaciones vía smartphone se vayan transformando en algo cotidiano para cualquier argentino, independientemente de la edad o estrato social.

"Arrancamos en lugares de alta concurrencia. Si queremos que el QR sea usado todos los días, tenemos que darle contexto a esa necesidad de abonar en todo lugar en el que te muevas", confía la especialista.

En ese sentido, añade: "Nuestro segundo round fue salirnos de estos pagos ‘recurrentes’ para complementar el set de ocasiones en los que podés incorporar la plataforma a la vida diaria".

Así, el panorama del QR se divide en dos frentes: - Por un lado, están los usos más habituales, como son las transacciones en los rubros alimenticios y de recargas (nafta, celular, SUBE)- Por otro, los ocasionales, como puede ser un salón de belleza o una ferretería

De esta manera, los "polos" conformados por Mercado Pago tienen como fin generar una alta densidad de comercios de los dos grupos, para que el usuario encuentre uno cerca del otro y se consolide la oferta de pagos en su barrio o en el lugar de trabajo.

En pocas palabras, el QR "hasta en la sopa", en el mejor de los sentidos.

Ese monstruo grande que pisa fuerte

La pata financiera de Mercado Libre se transformó en un verdadero gigante. Lo que empezó como una herramienta para facilitar los pagos online en su plataforma de eCommerce se transformó en un "pulpo" con sus tentáculos posados sobre todo el océano de las finanzas digitales.

No hay dudas, el futuro de la compañía tiene aroma fintech: solo en 2018, la división registró 336 millones de operaciones, lo que representó un crecimiento del 65% anual.

Respecto del dinero transaccionado por sus usuarios, el número abruma: u$s17.500 millones  –sumando operaciones en Argentina y Brasil–, lo que supuso un aumento del 48% con respecto a 2017.

Actualmente, Mercado Pago tiene propuestas como el ya mencionado QR, una tarjeta prepaga y hasta un fondo de inversión.

La tarjeta funciona espejando el saldo digital que las personas tienen en su cuenta. Se puede ir al supermercado y hacer las compras usando la cuenta; ir a un cajero y retirar el saldo de manera física o, incluso, acceder a servicios como los de Cabify, Netflix y Spotify, en los que se necesita de una tarjeta sí o sí.

El producto, lanzado en la Argentina en febrero del año pasado y en Brasil a finales de 2017, ya acumula más de un millón de tarjetas emitidas y activadas en una gran proporción, según ha subrayado la empresa.

Respecto del fondo, se trata de uno de los "mimados" de Galperín. Con un retorno del 44% anual, se puede poner en marcha a partir de $2 de saldo que se tengan en la billetera virtual.

El proyecto fue llevado adelante junto al BIND, que aportó la pata regulatoria y las homologaciones que este tipo de producto necesita. Mercado Pago, por su parte, fue el encargado de sumar el expertise digital y el acceso a millones de personas de todo el país.

Hoy, la inversión promedio es de $8.000. En lo que va desde el inicio del proyecto hasta la fecha, el fondo registró un volumen superior al billón de pesos invertidos y se han sumado 300.000 personas.

Si bien los planes relacionados a la transformación en una entidad bancaria son, por ahora, una posibilidad lejana, Mercado Pago tiene un plan maestro para consolidar de forma definitiva su oferta financiera en el país: los sueldos.

El marco regulatorio que permitió el año pasado el uso de CVU (Clave Virtual Uniforme) en la Argentina fue el último paso para que las fintech puedan expandir su negocio. En rigor, es una clave que se le asigna a las billeteras digitales para que se tornen interoperables con cuentas bancarias.

Incluir el cobro de salarios en Mercado Pago es, a grandes rasgos, la frutilla del postre para una plataforma de estas características. Disponer del dinero del usuario no sólo expande la posibilidad de uso de toda su oferta de pagos offline y online. Además, agrega todo un abanico de productos a disposición de sus clientes.

Con una pata financiera en meteórico ascenso, hay voces que incluso vaticinan un posible "spinoff" (separación) entre Mercado Libre y Mercado Pago. Por ahora, parece poco probable, pero es innegable que el "banco digital" de Galperín tiene la espalda suficiente como para, tarde o temprano, apostar por la independencia.

Mientras tanto, celebra: Mercado Libre duplicó el valor de su acción en 2019 y, como empresa, ya vale más que gigantes web como Twitter y Snapchat. Un unicornio en estado de gracia.

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