En un principio, la razón de ser de las fintech fue el público no bancarizado, pero el mercado avanzó tan rápido que las billeteras digitales fueron madurando, hasta proveer servicios cada vez más sofisticados.

Ahora, las dos principales fintech del país buscan morder un millonario negocio que, hasta ahora, viene siendo de los bancos. Una de ellas ya movió sus fichas en una ambiciosa jugada para atraer al sector más "redituable" para la banca tradicional.

Ualá: cuenta regresiva I

Tal como adelantó iProUP, el próximo paso de Ualá luego de fusionar a Uilo (ex Wilobank) era sumar a su ecosistema a los empleados en relación de dependencia, un botín más que preciado por los bancos y a los que seducen con beneficios cada vez más competitivos.

Romina Simonelli, VP de Medios de Pago de Ualá también está al frente de Uilo. "Estamos lanzando un pool de beneficios en lo que es la base del consumo: supermercados, estaciones de servicio y gastronomía", indicó la ejecutiva.

Y estos incentivos son acumulables: si la app ya ofrece 20% en supermercados, puede haber otro 20% adicional para quienes tengan su "plan sueldo" en Ualá. Y obtener una rebaja cercana al 40%. También ofrece 10% en gastronomía y 20% en pagos QR, entre otros beneficios.

Pero lo más interesante es que no sólo los trabajadores en relación de dependencia accederán al paquete (deberán informar al empleador): abre el juego a monotributistas, autónomos o cualquier otra persona que programen una transferencia pull automática de $150.000 mensuales desde su banco o billetera todos los meses.

Incluso, aquellos que no quieran cambiar su cuenta, pueden recurrir a depósitos mensuales. "Es más fácil separarte de tu pareja que de tu banco", bromean desde la fintech.

Una fuente asegura que esto busca eludir una práctica frecuente en la banca tradicional. "Los empleados que no son clientes del banco de la misma entidad que usa su empresa pueden demorar transferencias de sueldo hasta 48 horas", señala, quizás adelantando la próxima bandera que levantará en redes su CEO, Pierpaolo Barbieri, como ya reclamó los topeos y demoras hacia cuentas CVU.

Para usar el "plan sueldo" de Ualá hay que activar la cuenta CBU en la aplicación, un paso que ya dieron más de 650.000 de los 5 millones de usuarios en el país. En meses, la fintech logró un gran hito: reclutó la mitad de cajas de ahorro bancarias de una entidad promedio, como HSBC o ICBC (1,5 millones).

Según fuentes del sector, la decisión de Ualá es ir no solo contra la banca, sino también contra Mercado Libre, su principal rival. Y el momento elegido es por dos cuentas regresivas simultáneas que enfrenta el unicornio fintech.

"Ualá corre por una cuestión de timing. El DNU habilita a las billeteras digitales a cobrar sueldos con cuentas CVU. Ya está avanzado y tiene que ganarle de mano a Mercado Pago", advierte a iProUP una fuente con extenso recorrido en la banca.

En efecto, esta carrera ya arrancó. Según comprobó iProUP, el portal corporativo de un banco top-five ya permite ingresar cuentas de Mercado Pago y el sistema levanta los datos (nombre y CUIL) del titular para proceder con el depósito de salarios.

La avanzada sindical sobre las aristas laborales del DNU de Javier Milei le embarró la cancha a la firma de Marcos Galperin, pero el riesgo de que "le emparde" la jugada sin haber desplegado músculo, como hizo Ualá al fusionarse con Wilobank, está latente.

Ualá hoy ofrece la oferta financiera gratuita más completa del mercado

Ualá: cuenta regresiva II

Además de la competencia externa, hay una urgencia interna para la fintech: llegar al punto de equilibrio, que el propio Barbieri indicó a fines de 2023 que están muy cerca de alcanzar. En el esquema, Uilo jugará un rol central. Esto tal vez explica que lanzara en poco más de un mes tarjeta de crédito, plazos fijos y ahora cuentas sueldo.

"Posee una valuación de mercado de u$s2.450 millones. Ya tiene seis años en el mercado. Mercado Libre llegó al breakeven en 2006, siete años después de su fundación", advierte un ejecutivo respetado en el ecosistema de pagos.

Según su visión, la fintech nacida en Palermo Soho en 2017 "debe mostrar resultados próximamente ante sus inversores", algo que da por descontado con la llegada del "plan sueldo". "Tiene un management y cuentas saludables, y un excelente producto. Pero tiene que ganar más plata".

Además, analiza la fuente, el objetivo se dilató por la fuerte apuesta que realizó la firma en las empresas que creó o adquirió (como Wilobank) para enriquecer el ecosistema de Ualá y el siempre desafiante escenario macro local. Pero menciona especialmente el caso de la fusión con la entidad de Eduardo Eurnekian, cuya migración desde la plataforma heredada (provista por la española Indra) ocasionó varias jaquecas, según confirma el radiopasillo fintech.

Otro importante ejecutivo del sector, que prefirió el off-the-record por trabajar en el mismo vertical, asegura a iProUP que la amplitud que ofrece la licencia de Uilo es un habilitador de ingresos que fortalecerá aún más la posición de Ualá.

Sobre esto último, remarca que Ualá "puede captar depósitos para prestar a tasas más bajas, siempre que no supere el encaje", en alusión a los fondos de clientes que deben tener inmovilizados los bancos, cuando las fintech no solo no pueden dar créditos con dinero de usuarios (lo hacen con cash propio) sino que tienen encajes superiores.

Un colega suyo coincide y refuerza el segundo punto. "Prestando es como los bancos hacen plata. Además, puede fondearse a costo cero a través de salarios y depósitos".

Ualá tiene una ventaja con respecto a otras billeteras: es la única para captar depósitos de sueldo antes de que se destrabe el DNU de Milei

Ualá: oportunidad de oro

La jugada de Ualá es ambiciosa y prometedora. Simonelli celebra que ya quienes perciben haberes de ANSES tienen como opción cobrar en Ualá. Así, el público objetivo es:

Entre estos últimos, tiene una oportunidad de oro: la banca ofrece mejores beneficios a usuarios que contraten su cuenta sueldo, mientras que los cuentapropistas deben afrontar el costo total de un paquete de cuenta y tarjeta.

La cuestión cobra mayor importancia en un escenario de alta inflación, con servicios bancarios que se actualizan trimestralmente (40% en promedio). Quizás por ello Ualá pide un depósito mensual de $150.000: es el consumo mínimo por mes que exigen algunas tarjetas bancarias para bonificar el mantenimiento. En el caso de la superapp, existe una ventaja diferencial: no hay que "gastarlo".

Tiene otra posición inmejorable. Los bancos digitales no han diseñado una oferta gratuita tan completa como la que entrega Ualá a través de empresas satélite propias o alianzas con terceros:

"Traigan sueldos, producto sobra", ironiza un ejecutivo del sector bancario al enterarse de la novedad de Ualá, demostrando que la gran meta de la firma será la activación de su base de clientes en la mayor parte de servicios que ofrece. Aunque la clave estará justamente en la aplicación: cómo hacer para que toda necesidad financiera se satisfaga en su ecosistema y sea la primera opción para cualquier operación. 

Te puede interesar