El primer mes del año 2024 registra una inflación proyectada entre el 20% y el 23%, según análisis de diversas firmas privadas.
Aunque se experimentó una desaceleración en el aumento de precios de alimentos, especialmente en la tercera semana, algunas consultoras advierten de una posible tendencia alcista hacia finales del mes. Para febrero, se anticipa una cifra cercana al 15%.
Expertos económicos, como Orlando Ferreres de OJF & Asociados, señalan que, a pesar de la disminución en enero, la inflación podría cerrar en torno al 20%, con un arrastre significativo del mes anterior, estimando una inflación anual del 220% según las proyecciones de la consultora.
"El IPC de enero se encamina hacia el 20%, pero no lo superaría", explica Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
Moschet destaca la desaceleración, especialmente en la tercera semana, con una variación semanal del 1,8%, atribuyéndolo al arrastre de diciembre, calculado en un 8,1%.
Además, proyecta un 14% para febrero, basado en la aprobación de la ley y la vigencia del DNU.
Federico Zirulnik, del Centro Scalabrini Ortiz, comparte datos específicos: "El dato mensual, comparando la tercera semana de enero vs. la tercera semana de diciembre, la variación de precios fue del 16%".
Por otro lado, la consultora LCG, anticipando datos de la cuarta semana, sugiere que la inflación cerrará en un 23,1%, destacando alzas en alimentos como azúcar, lácteos, bebidas, panificados y carnes.
En relación con el mercado de carnes, Sergio Pedace de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) explica que "el precio de la hacienda se está recuperando", anticipando posibles ajustes en los mostradores.
Miguel Schiariti, presidente de Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), añade que el traslado al mostrador se está realizando con cautela debido a la falta de ventas que permitan absorber el aumento de la hacienda.
Otras estimaciones privadas, como la de Abeceb, también prevén una inflación de enero del 23%, ubicándose 2 puntos por debajo del récord de diciembre. La tendencia de alza, especialmente en alimentos, sigue siendo una preocupación central para los economistas.
Los economistas señalan que eventos como el aumento de tarifas de energía eléctrica, los próximos incrementos en prepagas, el inicio del ciclo lectivo con consiguientes aumentos en las cuotas de instituciones privadas, y la posibilidad de una devaluación proyectada para marzo, serán determinantes.
María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos, destacó una desaceleración en la inflación hasta la tercera semana de enero, especialmente en alimentos y bebidas.
Rubros como carnes, verduras, frutas, aceites y grasas, panificados y cereales experimentaron una baja.
No obstante, Castiglioni advirtió sobre aumentos considerables en prepagas, servicios de salud, transporte, combustibles y otros rubros regulados.
Esto, sumado al arrastre estadístico, podría situar la inflación de enero en torno al 20%.
María Castiglioni anticipa un febrero con menos complicaciones inflacionarias, proyectando un índice de alrededor del 15%.
No obstante, advierte que este pronóstico depende de factores como la estabilidad del dólar financiero, el avance del plan económico, y la contención de expectativas, factores que podrían evitar un disparo en los precios.
Este mes estará marcado, según Castiglioni, por el impacto del precio del transporte, tarifas y un nuevo aumento en las prepagas, así como por la posible caída en la demanda.