Cada vez que una persona toma deuda y su economía se ve afectada por no poder afrontar los pagos, suele ocurrir que los bancos no solo inician un proceso de cobranzas, sino que el cliente comienza a bajar su score crediticio.

Para evitarlo, las entidades financieras tienen al alcance tecnologías que les permiten conocer la solvencia de sus clientes en profundidad, y cuál es la probabilidad de que se sobre-endeuden u obtengan más crédito del que puedan pagar.

En este marco, el score de sensibilidad de SIISA, herramienta clave para una mejor colocación de capital, en la que los bancos pueden determinar políticas específicas que fomenten el financiamiento acorde a las posibilidades de sus clientes, es decir, que puedan brindarles alternativas de crédito para mantener estable su salud financiera.

Esta solución fue desarrollada siguiendo estándares internacionales donde ya está comprobado que este tipo de servicio es un éxito al momento de evitar sobre-endeudamiento de clientes, y realizar ofertas personalizadas.

Alberto Teszkiewicz de SIISA destaca la singularidad del score de sensibilidad, que evalúa la probabilidad de morosidad al aumentar el endeudamiento. Esta herramienta única permite a los bancos analizar la salud financiera de sus clientes de manera detallada, evitando riesgos y ofreciendo ofertas personalizadas.

El puntaje crediticio de una persona depende de varios factores, con el historial de pagos siendo uno de los más relevantes

Transformación tecnológica para la eficiencia financiera

La implementación del score de sensibilidad no solo beneficia a los clientes sino que también mejora la eficiencia interna de los bancos. La velocidad de respuesta de esta herramienta permite establecer políticas claras de crédito casi de inmediato, facilitando la toma de decisiones informadas y seguras.

La tecnología no solo actúa como protectora de los usuarios sino que también optimiza los procesos internos. La autonomía de las áreas de riesgos, independientes de las áreas de sistemas, agiliza la toma de decisiones, desde asignaciones de créditos nuevos hasta la administración de créditos existentes.

La transformación tecnológica se vuelve esencial en un contexto donde las empresas financieras buscan crecer y adaptarse. Los bancos, como actores fundamentales de la economía formal, tienen la oportunidad de liderar esta innovación, fomentando un cambio en todo el ecosistema hacia una gestión más eficiente y responsable.

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