El programa "Compre sin IVA", que permitía la devolución del 21% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en productos de la canasta básica, llegó a su fin el pasado 31 de diciembre.
Con esta finalización, los productos esenciales vuelven a abonar el tributo completo, lo que generará un cambio significativo en los gastos de los consumidores, en medio de ajustes y una creciente inflación esperada con el nuevo Gobierno.
Lanzado en septiembre y basado en la Resolución General 4.676/2023 de la AFIP, el programa beneficiaba a trabajadores, jubilados, monotributistas y beneficiarios de programas sociales, proporcionando un reintegro mensual máximo de $18.800.
Más de 18 millones de personas fueron beneficiadas, con un total reintegrado de $152.624 millones, según datos oficiales de noviembre.
A pesar de las expectativas generadas por declaraciones previas, el presidente Javier Milei no dispuso la extensión del programa.
El impacto económico en los hogares argentinos se reflejará en la vuelta al pago completo del IVA en la canasta básica, lo que se espera que afecta principalmente a sectores de menores ingresos.
Aunque existe un proyecto de ley para establecer la devolución permanente del IVA en productos esenciales, este aún no fue tratado por el Senado.
La propuesta, aprobada en la Cámara de Diputados, busca limitar la devolución al 21% de la Canasta Básica Alimentaria.
Sin fecha de tratamiento, el futuro de esta iniciativa sigue siendo incierto, aunque es sabido que la postura de Milei es erradicar este tipo de tributos a largo plazo.
En este contexto, la economía doméstica se ve influenciada por los cambios en las políticas impositivas. Los argentinos se mantienen a la espera de decisiones que impacten directamente en sus bolsillos, en un escenario marcado por la incertidumbre y la discusión sobre el rumbo económico del país.