Tras la asunción de Javier Milei cómo presidente de la Argentina y las posteriores medidas económicas anunciadas por Luis Caputo, las petroleras YPF, Shell y Puma aumentaron los precios de la nafta en la Argentina.
En reiteradas ocasiones, Milei prometió eliminar los subsidios a los combustibles ya que, desde su perspectiva, estos "distorsionan el mercado y llevan a precios artificialmente bajos". Además, aseguró que la liberalización permitiría a los precios ajustarse según la oferta y la demanda, lo que llevaría a una mayor eficiencia en el mercado.
A modo de anticipación, y en el marco del gobierno saliente, las mencionadas compañías proveedoras de combustibles decidieron aplicar incrementos que llegan hasta el 37%.
YPF, mayoritariamente accionaria estatal, que en el inicio de la nueva etapa que encabezará Milei será conducida por Horacio Marín, decidió aumentar los precios de surtidor de hasta 30% según el producto, de acuerdo a los nuevos valores vigentes al público.
En el caso de YPF, los precios de los combustibles se encuentran en los siguientes niveles:
Por su parte, los precios en Shell se ubican en estos valores:
Por último, en Puma ya pueden encontrarse estos precios:
"Se debe apuntar a una fluctuación libre, sin el control indirecto que hoy ejerce el gobierno en el mercado a través de YPF", sostuvo en reiteradas entrevistas el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo.
De todas formas, indicó que planean instrumentar un "fondo compensador para morigerar los aumentos y reducciones de precio internacional que impactaría en el precio doméstico".
Desde el 19 de noviembre, después del balotaje, los precios de la nafta y el gasoil treparon un 100%; es decir, se duplicaron en menos de un mes, mientras que, anualmente, los precios de los combustibles aumentaron 235%.
El aumento de los combustibles se da un mes después del desabastecimiento que sufrió el sector como consecuencia del congelamiento de precios que se extendió a lo largo de todo el Gobierno de Alberto Fernández.
El 23 de octubre, YPF llevó a cabo un incremento correctivo del 5% en los precios de todos sus productos, para compensar el desfasaje de precios con la competencia, más allá del acuerdo de congelamiento.
La recomposición del desabastecimiento, ya en plena campaña hacia el balotaje 2023, llevó casi dos semanas, un momento en el cual las petroleras ejecutaron otro ajuste del 9,75% el 1 de noviembre.