Ante la elevada volatilidad que presenta la economía en la Argentina en el cierre del gobierno de Alberto Fernández y antes de la asunción de Javier Milei como presidente, los ahorristas apuestan por alternativas de inversión que les permitan proteger su dinero, pero que también brinden la posibilidad de rescatarlo de inmediato ante imprevistos.

En ese marco, los fondos comunes de inversión (FCI), que fueron el primer contacto que tuvieron muchos ahorristas con el mercado de capitales, se destacan por cumplir con esas características tan demandadas en la actualidad.

Un FCI es un tipo de activo en el que las personas invierten de forma colectiva con el fin de obtener una rentabilidad que, de manera individual, les sería muy difícil de concretar.

Estos vehículos de inversión colectivos permiten a distintos perfiles acceder a una cartera diversificada, administrada por un gestor profesional, y poseen una gran ventaja por sobre los plazos fijos tradicionales: la posibilidad de rescatar los fondos de forma inmediata o hasta en 48 horas, a diferencia del depósito que debe permanecer inmovilizado en el banco al menos durante 30 días.

Los FCI se transformaron en una posibilidad concreta tanto para quienes tienen mucha experiencia dentro del mundo de las finanzas, como también para los pequeños ahorristas que buscan una herramienta para conservar el poder de compra de sus pesos ante la imposibilidad de adquirir dólar oficial mucho más barato que el blue.

Las características de los FCI

Fondos Comunes de Inversión: opciones para cada gusto y necesidad

Hay Fondos Comunes de Inversión de diferentes tipos y están pensados para los numerosos perfiles:

Estos se definen con relación a las decisiones que cada uno esté dispuesto a tomar al momento de analizar qué porcentaje de ahorro o capital está dispuesto a utilizar en las operaciones.

Cómo invertir en un FCI y sus características más destacadas

La diversificación es la clave del éxito. Disminuir los riesgos es una cualidad fundamental de los FCI. Esto se logra gracias a la posibilidad de generar rendimientos no en uno, sino en varios activos (instrumentos financieros) en simultáneo.

De esta manera, los eventos negativos como la baja de un activo son amortiguados por los positivos, como la suba de otro. Se trata de una cuestión de equilibrio. Este equilibrio es custodiado por los profesionales que administran los fondos para que los inversores vean mejores rendimientos.

El capital se divide en fracciones llamadas "cuotapartes" con un funcionamiento similar a las acciones en una empresa. Las personas participan de las ganancias, o eventuales pérdidas, según el dinero que aportaron. Basta con tener una cuenta comitente para comenzar a operar, escoger cuál se adapta al perfil de inversor de cada uno y se debe tener en cuenta que se puede rescatar la inversión en plazos que van desde minutos hasta las 72 horas.

Su universo está compuesto por un amplio menú de opciones, que van desde un money market (para perfiles con menor tolerancia al riesgo) que invierte en plazos fijos, cuentas remuneradas e instrumentos de corto plazo y con disponibilidad del dinero en el día, a FCI con acciones que conllevan un mayor peligro, pero también una mayor rentabilidad esperada.

Interesantes, pero no te confíes

Los Fondos Comunes de Inversión se transformaron en una opción atractiva por su amplio abanico de posibilidades tanto para ahorristas medios como para expertos del mercado.

Pero como no pueden garantizar valores a futuro, es importante que estés alerta a sus variaciones ya que te demandarán una postura activa para analizar los pasos a seguir para maximizar las ganancias.

En un contexto de alta inflación e incertidumbre, los argentinos apuestan de forma cada vez más recurrente a esta herramienta, en búsqueda de perder el menor poder adquisitivo posible.

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