Una vez más, los argentinos deben enfrentarse con la crisis. Cuesta llegar a fin de mes, la inflación se come al salario, las empresas venden poco y el fantasma del desempleo derrumba el nivel de expectativas.

En el plano financiero, el dólar se escapa y el Gobierno apela a todo lo que tiene a su alcance para ponerle un freno, mientras sigue preso del "cepo a la tasa": se quedó sin margen de maniobra para hacerla caer a niveles normales de modo tal de darle impulso a la economía.

Tal como informó iProUP, sólo el pasado jueves la compra de billetes verdes en el canal minorista se acercó a los u$s100 millones, contra los u$s800 millones que se operaron durante todo marzo.

 

Si ya no se ven personas agolpadas en casas de cambio o en las puertas de los bancos, es porque la tecnología -a través del Home Banking- facilitó la adquisición de divisas, a punto tal que acaparan cerca del 80% del nivel de transacciones, coinciden en señalar a iProUP desde varias entidades.Más allá del billete verde, en 2019 los argentinos están apelando a otros refugios para proteger su capital, en un contexto en el que los bancos digitales siguen creciendo a tasas del 110% anual. En efecto, fuentes consultadas por iProUP confirman que en estos días crecieron a niveles impensados las llamadas "inversiones 4.0".

Es decir, las que evitan los canales tradicionales y se realizan directamente desde el celular o la PC, a saber:

- Inversiones en activos fuera del país, que se cuadruplicaron 

- Crowdfunding inmobiliario: las compras de un "pedacito" de una propiedad, que se duplicaron 

- Monedas virtuales: la adquisición de divisas digitales, que se triplicaron 

El exterior, con un clic

Las plataformas para apostar desde Argentina en activos de otros países viven su momento de gloria. Quiena es una de ellas, y ha registrado un repunte de casi 500% en apenas una semana.

"La mayoría de los argentinos optó por diversificar sus tenencias, por lo que buscaron fondos indexados, los que siguen el S&P500, el índice de bonos de EE.UU, bienes raíces y metales preciosos", confirma Nicolás Galarza, CEO de la compañía, que está registrada ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).

En muy pocos días la cantidad de personas que se sumó a este canal le posibilitó a la firma pasar a ubicarse en el "top 5" de agentes de Bolsa del país.

Galarza advierte sobre un tema que suele no ser tenido en cuenta: "Muchas personas no se dan cuentan de que también el dólar se ve afectado por la inflación".

"Hicimos un estudio que indica que u$s25.000 de enero de 2011 hoy valen u$s21.000. Proponemos que no sólo le ganen al índice de precios de Argentina, sino también al de Estados Unidos", afirma el directivo. Además, añade que "esos u$s25.000 de aquel entonces hoy se habrían duplicado simplemente diversificando la inversión".

Si bien en Quiena no establecen un requisito de monto mínimo, se recomienda que se destinen al menos u$s1.000.  

"Hoy, la cuenta promedio es de u$s3.500. Hay clientes de u$s500 y otros de u$s250.000, en su mayoría ahorristas individuales que antes no habían invertido en acciones", agrega.

Otras de las plataformas para invertir en el exterior es SeSocio, pero con el método del crowdfunding: usuarios que participan en pool de la compra de un activo, como puede ser una propiedad, para luego repartirse las ganancias que genera su renta o venta.

También pueden ser otro tipo de apuestas que van desde franquicias de una marca a camiones de distribución o redes de cajeros automáticos, por ejemplo.

"El viernes el nivel de transacciones en la plataforma se quintuplicó respecto de un día habitual", asegura a iProUP, Guido Quaranta, CEO de SeSocio.

La plataforma no exige montos mínimos y el alta es online: todo mayor de 18 se registra con su DNI y un comprobante de ingresos. Los fondos pueden ser canalizados a través de transferencias bancarias, tarjetas de crédito y hasta monedas virtuales.

"Los usuarios compran tokens o pequeñas participaciones en distintos activos en varias partes del mundo", afirma Quaranta.

En su visión, los argentinos se ven atraídos por esta modalidad, ya que "aun si el proyecto sale mal, el activo mantiene su valor. De este modo, se reduce el riesgo de perder dinero y, llegado el caso, se vende ese bien".

Además, la plataforma cuenta con un mercado secundario en el que pueden comercializar su participación en algún proyecto. "Los que más se benefician son quienes no tienen la posibilidad de tener una cuenta, abogados y contadores en el exterior", resume Quaranta.

Ladrillos "4.0"

El argentino que vivió más de una crisis económica sabe que invertir en propiedades es una de las formas más seguras de resguardar sus ahorros. Por ello, no sorprende que el crowdfunding inmobiliario ("vaquita" de dinero para comprar un activo) esté creciendo en el país.

Sumar Inversión, otras de las firmas que ofrece la posibilidad de adquirir participaciones en propiedades desde pozo, asegura que en estos días de turbulencias económicas la cantidad de usuarios se duplicó.

"El crowdfunding permite que cualquier persona pueda resguardar su capital en ladrillos, adquiriendo la cantidad de módulos que desee, y retirar su inversión con la ganancia producida durante el tiempo transcurrido dentro del proyecto", señala el arquitecto Víctor Zabala, fundador de la firma.

Según el ejecutivo, este sistema apunta a usuarios de todo el país y se respalda en activos inmobiliarios reales. El piso de ingresos es de u$s1.000 para comenzar a operar en bienes raíces.

Otra plataforma que utiliza este modelo es Crowdium, que ha tenido una fuerte alza en la cantidad de usuarios registrados luego de que muchos argentinos vieran que el panorama cambiario se complicaba.

"Hemos tenido un notable crecimiento", asegura a iProUP, Damián Lopo, el CEO de la firma, quien agrega: "Son personas que buscan un refugio de valor y un resguardo de su capital en un activo valuado en dólar que se mantiene en el tiempo".

De acuerdo con el directivo, si bien se puede entrar con u$s1.000, hay algunos usuarios que desembolsan hasta u$s100.000. "Así, no sólo se iguala la rentabilidad de alguien que pasó sus ahorros a dólares, también se tiene la utilidad del negocio", subraya Lopo.

"Si invertiste en un edificio en pozo, cuando se vende tiene un valor agregado de 30% o 40%. No sólo se gana por la suba del tipo de cambio sino por la apreciación del emprendimiento", agrega.

Sobre el perfil del ahorrista, afirma que este modelo es ideal para cualquier persona que "desee invertir y no ocuparse de nada, porque luego simplemente mira la evolución en el tiempo y con total seguridad".

En este punto, señala que Crowdium es una de las pocas firmas del sector inmobiliario cuyo capital está auditado por una fiduciaria pública habilitada por la CNV, lo que ofrece "el mayor nivel de transparencia y seguridad que estipula la ley argentina".

El que apuesta al Bitcoin, gana

La Argentina es uno de los países más activos del mundo en monedas virtuales. De hecho, la revista Forbes ubicó a Buenos Aires como la segunda ciudad del planeta con mayor trading de estos activos.

Comenzó en épocas de "cepo cambiario", pero luego se fue desarrollando y profesionalizando hasta tener una participación importante dentro del ecosistema fintech argentino. Desde el sector aseguran que la semana pasada hubo "un fuerte movimiento" en las operaciones con monedas digitales.

"Fue muy sorpresivo. Lo hablábamos con nuestro equipo", relata Matías Bari, CEO de Satoshi Tango, firma que permite operar con estas divisas mediante transferencia bancaria y RapiPago, entre otros métodos.

Según el directivo, entre jueves y el viernes –cuando el dólar pasó la barrera de los $47– se comercializaron 20 millones de pesos. Es decir, cuatro veces más que lo registrado en un día de semana normal. Para operar, sólo hay que llenar un formulario y probar la identidad para cumplir con las normas antilavado.

Bari remarca que muchos invierten porque con las monedas virtuales puede hacerse una ganancia de hasta 20% en un día, si se está atento a las oscilaciones que suelen tener este tipo de divisas.

Desde Bitex también dan cuenta de este fenómeno. "Listamos Bitcoin y Bitcoin Cash, y puedo confirmar que en ambos casos hubo un importante crecimiento en el volumen operado", afirma Manuel Beaudroit, cofundador de la compañía, a iProUP.

Beaudroit asegura que apostar por monedas digitales tiene un diferencial no sólo respecto al billete verde, sino al resto de las opciones de inversión tradicionales.

"Está desacoplada, no suele moverse en la misma dirección que el dólar, por lo que es una buena forma de protegerse de la volatilidad de esos activos", asegura. Y añade: "Además, al ser descentralizado, no hay posibilidad de que te lo quiten o entres en un corralito".

Bari coincide: "Si tenés bitcoins, nadie te los puede sacar. Es como tener tu efectivo en el colchón. No pueden ser intervenidos, freezados ni nada". Además, remarca que "la liquidez es muy alta y puede venderse entre usuarios, sean del mismo país o no, en efectivo o con transferencia bancaria".

A la hora de perfilar el tipo de ahorrista, Bari remarca que se ubica entre 20 y 40 años. "El de 20 tiene menos capacidad de ahorro que el de 40, que a su vez tiene menor manejo de la tecnología", ejemplifica.

Paso a paso, nuevas formas de inversión van tomando color: los argentinos no sólo apuestan al dólar, sino también a las herramientas que les provee la economía digital. 

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