A lo largo de los años, hemos escuchado que la inteligencia artificial (IA) es el futuro del mundo digital. Ese futuro está aquí hoy.  El incremento de la Internet de las Cosas (IoT) ha dado lugar a la interconexión de millones de dispositivos que utilizamos e interactuamos a diario. A su vez, se han recopilado y almacenado una gran cantidad de datos, lo que ha impulsado el desarrollo de la IA.

La IA representa una oportunidad importante para las empresas de todo el mundo. Una investigación realizada por McKinsey muestra que las aplicaciones de inteligencia artificial basadas en datos generarán 13 trillones de dólares en nuevas actividades económicas mundiales hasta 2030.

En América latina, varios países muestran un gran potencial para aprovechar esta tecnología: según un estudio reciente de Mastercard y Harvard Business Review, mercados como Brasil, Chile, Argentina y México se encuentran entre los 20 principales países productores de datos en el mundo.

Cuando combinamos la IA con el aprendizaje de máquina, los sistemas pueden convertir los datos en información significativa, lo que lleva a una toma de decisiones inteligente.

En el espacio de pagos en línea, esto nos permite reducir de manera exponencial las transacciones fraudulentas, lo que le cuesta a la industria 9 mil millones de dólares por año en todo el mundo.

¿Cómo funciona esto? En pocas palabras, los sistemas de inteligencia artificial pasan por miles de millones de transacciones y determinan la probabilidad de que el pago sea fraudulento, y asesora al banco cuando se realiza la transacción.

Esta tecnología tiene la ventaja de analizar datos de pago anonimizados en tiempo real del consumidor, del comerciante y del dispositivo, junto con información geográfica. Para ilustrar, imagine que un defraudador obtiene las credenciales de pago de los titulares de una tarjeta y trata de comprar algo en línea.

Se puede utilizar la inteligencia artificial en tiempo real para analizar muchos puntos de datos, como el historial de compras del titular de la tarjeta con el minorista, el dispositivo y la dirección IP utilizada para el pago, así como la ubicación, la hora y el monto de la compra para determinar si es genuino.

El sistema trabaja para identificar estándares de actividad fraudulenta y determinar si el consumidor está siguiendo sus hábitos de compra habituales para evaluar la transacción y ayudar a identificar los riesgos de seguridad.

Mejorar la detección de pagos fraudulentos también nos permite aumentar la aprobación de los pagos genuinos, lo que aporta beneficios significativos para todos en la industria. Para los consumidores, esto significa una experiencia de compra en línea más segura y sin problemas.

Los comerciantes pueden asegurarse de que todas las ventas legítimas se cumplan, ayudando así a incrementar su negocio, y los bancos emisores pueden aumentar las aprobaciones de transacciones genuinas sin correr riesgos adicionales.

Indudablemente, la IA está transformando la industria de pagos, por lo que, en el futuro, será crucial para las empresas del sector invertir en tecnología de IA para mejorar aún más toda la experiencia de las transacciones.

*Bruno Pisani, director de desarrollo de negocios de Mastercard

Te puede interesar