Conseguir una tarjeta SUBE en la Argentina puede ser una misión imposible. No solo faltan plásticos, sino que los comercios con stock los cobran a un precio superior al oficial.

En estas horas, el diputado Jorge Rizzotti (UCR, Jujuy) presentó un proyecto para que se pueda pagar la SUBE con el celular, utilizando la tecnología de comunicación de campo cercano (NFC). Por su parte, el candidato a Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, cree que la credencial es anacrónica y también postula lanzar una app, iniciativa que inició el ex ministro de Transporte Guillermo Dietrich.

Sin embargo, el Gobierno ya tiene su propio plan. Según confirmó iProUP, Banco Nación incorporará la funcionalidad de "tarjeta SUBE" en los plásticos de débito de sus clientes, lo que permitirá que gran parte de sus 31 millones de usuarios no requieran la credencial de boleto electrónico.

SUBE Débito: cómo funciona

"La tarjeta de débito Mastercard contactless del Banco Nación será la primera de una entidad de alcance nacional en tener dos funcionalidades", asegura a iProUP un ejecutivo que siguió el proceso de primera mano.

En efecto, la entidad financiera más grande del país inició una prueba piloto en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, y aprovechará una ventaja que ofrecen los chips contactless: incluir más de una función. Así:

"Los chips de las tarjetas sólo usan un octavo de su espacio para la funcionalidad bancaria. El resto se puede usar para otras aplicaciones. Por ejemplo, una universidad usaba los plásticos de débito como identificación", asegura un directivo del mercado de pagos a iProUP.

Las fuentes consultadas descartan "motivos de campaña" para el lanzamiento, sino que la fecha responde a que "el sistema SUBE avanzó en la unificación de tarjetas de transporte análogas que funcionaban de manera independiente en distritos más allá del Área Metropolitana de Buenos Aires".

Uno de ellos es Córdoba, en donde opera la tarjeta Cordobesa (débito del banco estatal BanCor), de la que imitaron el mecanismo que implementará la SUBE Débito:

Desde el Banco Nación confirman a iProUP la novedad, si bien evitan hacer declaraciones hasta su lanzamiento en septiembre, cuando se conocerán de manera oficial los detalles.

Sube Débito: lo que viene

Según las fuentes, la SUBE Débito sólo funcionará en tarjetas nuevas, ya que debe programarse la funcionalidad en los plásticos. Por ello, prevén una migración en tandas, ya sea por renovación natural de las credenciales o bien "a pedido" del cliente.

El Nación ya está promoviendo la SUBE Débito en su página web

También remarcan que la aplicación SUBE no se conecta a la red bancaria de forma "directa" por tres cuestiones:

Además, el BNA posee dentro de su clientela –más de 31 millones de cuentas– gran parte de beneficiarios de tarifas de transporte diferenciada:

Un ejecutivo muy escuchado en la industria del dinero electrónico advierte que el motivo principal es económico: "La tarjeta SUBE la gestiona y administra la empresa Nación Servicios, que depende del BNA".

"En una primera etapa, no se abrirá el sistema a otras entidades. Es una mala noticia, dentro de una gran noticia para la modernización de pagos", completa, resumiendo la sensación agridulce que saborea el sector.

En efecto, tanto los bancos como las tarjetas de crédito habían propuesto llevar esta funcionalidad a todos los plásticos bancarios y fintech, pero el Gobierno se cortó solo. "Toda la plata de los saldos de la SUBE está depositada en una cuenta del Nación, no piensan compartir esa caja hasta no pasar a otra fase", revela. Se trata de unos $15.000 M.

Sin embargo, la fuente adelanta que los subtes avanzan para tener esta funcionalidad pero con un twist: "Su sistema de pago es independiente de SUBE pero conectado. Vas a poder abonar directamente con cualquier tarjeta de crédito o débito, como pasa en las grandes capitales del mundo", asegura, sin precisar fechas.

La funcionalidad permitirá descontar el saldo de la cuenta bancaria, pero no en tiempo real

Además, pronostica que el Gobierno utilizaría esta misma utilidad en tarjetas Previaje, que también emite el Banco Nación, para incentivar el turismo y usar los reintegros en transporte público.

Por otro lado, algunas compañías alzaron la voz para pedir la liberación de las API (siglas en inglés de Interfaz de Programación de Aplicaciones), consistentes en una base técnica para que dos sistemas intercambien información bajo el mismo idioma.

Sin ir más lejos, el sistema SUBE comparte desde hace años sus API con Google, Moovit y otras aplicaciones de movilidad, para que conozcan recorridos, paradas, estaciones y frecuencia, entre otros datos, del sistema de transporte público. También lo hace con gobiernos provinciales y municipales.

Pero no lo hará –al menos, en el corto plazo– con otros emisores de tarjetas, ni con la Billetera de Google, que incorpora una sección de "boletos" para vincular boletos de transporte público y pasajes aéreos. Pero sí la incorporaría en BNA , su propia billetera digital.

La llegada a otros bancos o fintech quedará para un futuro. Ualá ya mostró interés: su CEO Pierpaolo Barbieri suele pedir la apertura de las API en Twitter junto a imágenes de cómo se puede abonar el subte en el exterior con la prepaga de su compañía.

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