La infraestructura de pagos en Latam se encuentra en plena transformación. Cada vez más, las empresas, sin importar la industria o el sector, invierten para incluir productos financieros propios.
La oferta es muy variada e incluye productos como tarjetas de crédito, débito y/o prepagas a su propuesta de valor, y así brindarle al usuario final una experiencia superadora.
Frente a ello, Pomelo, la empresa latinoamericana de servicios financieros, consolida su oferta de Cards y Digital Accounts en toda la región para que toda compañía pueda ofrecer su propia cuenta y/o tarjeta en cuestión de semanas.
Así, como partner tecnológico, Pomelo permite acelerar el proceso de emisión y procesamiento de tarjetas para que cualquier empresa pueda ofrecer sus propias opciones de crédito y débito.
Para las compañías tradicionales, sumar productos financieros a su propuesta de valor sin perder el foco en su core business es cada vez más sencillo, ya que encuentran en Pomelo un aliado estratégico de confianza que les proporciona una infraestructura tecnológica robusta.
"Ayudamos a que cada vez más empresas entren a un nuevo nicho de mercado y brinden una mejor experiencia para usuarios y clientes", explica Santiago Witis, Country Manager de Pomelo Argentina y Chile .
El futuro del dinero
Tarjetas para todos los gustos y necesidades
De esta forma, las empresas ganan una nueva línea de ingresos, así como la posibilidad de entregarles a sus clientes una propuesta integral y 360°, muchísimo más completa,
con la que pueden operar fácil y rápido. Esto incluye desde las compras diarias en el supermercado con una tarjeta propia de la entidad hasta la adquisición de un auto financiado por la misma compañía vendedora.
En este sentido, para un negocio tradicional, las tarjetas prepagas son una de las mejores aliadas como valor agregado para sus clientes.
Estas, que tienen un funcionamiento similar a las de débito pero con un saldo predeterminado, al no poseer riesgo crediticio, se pueden entregar prácticamente a cualquier persona en un corto plazo.
Esta masividad le permite a cualquier empresa poder entregar las tarjetas rápidamente, robusteciendo así su propuesta de valor y sin la necesidad de hacer una evaluación crediticia previa.
De esta forma, aquellas compañías que quieran emitir tarjetas, ya sean nacionales o internacionales, físicas o virtuales, para personas físicas o corporativas, pueden resolverlo sin la intermediación de los bancos, de manera ágil y segura.
Las tarjetas marcarán el fin del dinero físico
El dinero digital gana terreno
Con lo que respecta a las tarjetas de débito y crédito, son los dos modelos más conocidos del mercado. Las mismas, a diferencia de las prepagas, implican requerimientos regulatorios más duros.
Además, utilizan la infraestructura y los servicios de las banderas para ser aceptadas en cualquier lugar y también pueden ser nacionales o internacionales, virtuales o físicas y para personas físicas o corporativas.
"En Argentina, cada vez más personas y empresas utilizan tarjetas de todo tipo para realizar operaciones financieras", aseguró Witis.
El dinero digital empieza a ganar terreno versus el físico. Incluso, un reciente informe de Fiserv asegura que seis de cada diez argentinos creen que en diez años dejará de utilizarse efectivo.
"Esto valida aún más nuestra propuesta de valor. En Pomelo trabajamos para lograr un cambio profundo en el sistema financiero regional, aportando soluciones que hagan frente a las necesidades actuales y futuras de cada país",asegura.
En los últimos años, la tecnología evolucionó rápidamente, y hoy en día cualquier empresa puede ofrecer sus propias tarjetas en alianza con un partner tecnológico que le brinde las soluciones necesarias acorde a su negocio.
Cabe destacar que la seguridad y autonomía se volvieron factores cruciales para que tanto la empresa emisora como el cliente final, cuenten con una experiencia superadora y facilitadora.