En su presentación, realizada el lunes en Cupertino, la tarjeta de crédito Apple Card fue anunciada por Tim Cook como "el cambio más significativo en la experiencia de tarjetas de crédito en 50 años". Sin embargo, no todos piensan de la misma manera.

Si bien el producto presenta una serie de mejorías interesantes para el ecosistema de pagos digitales, como el control de gastos y el pago de cuentas, según los analistas no hacen una verdadera diferencia.

Lanzada en conjunto con Mastercard y Goldman Sachs, formará parte de la app Apple Wallet. No cuenta con comisiones de transacción anual o extranjera y permitirá que los usuarios monitoreen sus gastos por categorías en sus teléfonos; además de sumar una capa de seguridad por software.

Según Lisa Ellis, socia de Moffett Nathanson y directora de sus negocios de pagos, procesadores y servicios de tecnología de información, la pregunta es, "¿qué haría que la gente vaya y obtenga una nueva tarjeta?"

Para Ellis, es simplemente "una tarjeta clásica de marca compartida". Lo más interesante, destacó, es la integración con el iPhone y otras herramientas del teléfono para monitorear distintas variables.

Los clientes pueden solicitar una tarjeta Apple Card directamente en la aplicación Wallet y comenzar a usarla inmediatamente si son aprobados.

"Si a los consumidores realmente les gusta eso, entonces podrían ver el interés de una franja más amplia de consumidores que todavía no son usuarios fanáticos de Apple Pay";, dijo Ellis.

Por otro lado, lo que tiene menos probabilidades de atraer nuevos clientes es su esquema de recompensas.

Firmas como JPMorgan Chase y Citi han atraído en los últimos años nuevos clientes con lucrativos bonos de inscripción y recompensas por gastar en comidas y viajes. Las ofertas de Apple son, a priori, menos emocionantes: 3% de reembolso en efectivo en compras de Apple, 2% cuando se usa Apple Pay y 1% cuando se usa la tarjeta física.

La decisión de Apple de mantenerse al margen de las guerras de recompensas podría ser una decisión inteligente, ya que el intentar superar a otros ha resultado costoso para otras firmas, reveló Chris Kuiper, analista de CFRA Research que cubre compañías de tarjetas de crédito.

Aun así, las recompensas son una manera estándar de atraer al público, y los beneficios de devolución de efectivo de Apple están "en el punto medio".

En materia de seguridad, Apple ofrece beneficios, aunque la tecnología utilizada no es nueva. Apple ya se basa en la autenticación de dos factores para Apple Pay, que ahora permite a los usuarios colocar otras tarjetas de crédito en su billetera digital. El usuario debe iniciar sesión desde su propio dispositivo y aprobar una compra con una ID de rostro o una huella digital.

Apple dice que la tarjeta ofrece más privacidad que otras, ya que no está rastreando las transacciones y porque el acuerdo ccon Goldman Sachs establece no vender o compartir datos de usuarios para marketing o anuncios.

La apuesta de Apple puede ser que la barrera de entrada sea lo suficientemente baja para que los clientes curiosos puedan probar la tarjeta Apple Card. Incluso, solo la curiosidad ya haría subir el número de usuarios de sus servicios de pago en un interesante porcentaje.

"Su base es lo suficientemente grande como para que sea significativa", dijo Max Abramsky, analista asociado de CB Insights. La respuesta final la tendrán los propios consumidores.

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