Mauricio Chávez resultó ser un estafador que engañó a unos 5.000 inversores, pese a que su nombre era asociado a un verdadero experto en criptodivisas.

Chávez estuvo dispuesto a enseñar el secreto de su éxito a inversores latinos, pero según la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) ingresó el dinero de sus inversores en una estafa piramidal, que les aseguró a sus víctimas obtener grandes ganancias

Según el supervisor financiero, una parte del dinero que recaudó bajo este engaño lo destinó a inversiones propias, como la compra de casas, joyas, autos y gastos personales. 

La SEC formuló ante los juzgados una acción de emergencia para frenar una oferta de criptoactivos fraudulentos y no registrados. 

Los acusados son el propio Chávez y Giorgio Benvenuto, que a través de una empresa que fundó Chávez, CryptoFX, LLC estafaban a inversores latinos. 

Luego del pedido formal por parte de la SEC, el tribunal detuvo la oferta e impuso órdenes temporales de congelación de activos y otras medidas de emergencia. 

La SEC detectó una estafa piramidal.

Además, el tribunal concedió a la SEC la moción para un administrador judicial y amplió la congelación de activos. 

¿Quienes estaban detrás de la estafa?

Chávez, de 41 años y residente en Houston, no contaba con experiencia, formación o capacitación alguna en inversiones o criptoactivos. 

En 2020, empezó a dictar clases pagadas con un costo que variaba desde los u$s500 a los u$s1.500, con el objetivo de educar y capacitar a la comunidad latina para crear riquezas. 

La SEC expuso que para que todo fuera creíble, Chávez proporcionó documentación falsa a los inversores, en la que exageró su experiencia en criptografía y garantizó que no tendrían pérdidas. 

La demanda sostuvo que los seminarios no eran más que la forma de solicitar a los inversores que dieran su dinero a CryptoFX

El fundador, utilizaría los recursos para invertir en criptactivos y divisas, pero esto no fue así. 

Mauricio Chávez junto a su socio estafaban a inversores latinos.

La SEC alegó que Chávez dirigía un esquema Ponzi, es decir, una estafa piramidal. De los u$s12.000.000 millones, Mauricio y su socio solo invirtieron en criptoactivos un millón. 

Otra parte del dinero la utilizó para pagar rendimientos falsos a algunos de sus inversores y hacer más creíble su historia, el clásico método piramidal. 

Con el grueso del dinero lo asignó a inversiones inmobiliarias, que incluía una casa comprada por la mujer de Chávez por u$s 540.000

Por otro lado, Benvenuto, de 55 años, desvió los fondos de los inversores a sí mismo y a una empresa que él y su socia poseían, CBT Group

Chávez llevó una vida de lujo gracias a sus engaños 

La SEC citó que Chávez gastó casi u$s1.500.000 en una vida de lujo.

Entre los gastos que se detalló, están unos u$s460.000 gastados en autos, u$s267.000 en tarjetas de crédito, u$s196.000 en compras, y u$s186.000 en el hotel Post Oak, de cinco estrellas. 

Además, u$s101.000 en restaurantes, u$s19.000 en más joyas, y u$s15.000 en clubes de alterne. 

El supervisor estipuló que también se gastaron u$s30.000 en comprar una peluquería en Houston. 

La demanda que presentó la Comisión ante el Tribunal del Distrito Sur de Texas, acusó a Chávez, Benvenuto y CryptoFX de violar, o de ayudar e instigar a violar, las disposiciones antifraude de diversas leyes.

La SEC solicitó medidas cautelares permanentes, sanciones civiles y la devolución de las ganancias indebidas con intereses, así como la prohibición de que Chávez y Benvenuto actúen como cargos o consejeros de cualquier empresa cotizada.

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