El gobierno encabezado por Alberto Fernández atraviesa varios cambios. Luego de la renuncia de Roberto Feletti a la Secretaría de Comercio Interior, se conoció que los Ministerios de Economía y de Desarrollo Productivo, resolvieron la reorganización de funciones con el fin de fortalecer acciones vinculadas a la reactivación productiva y al abordaje de la problemática inflacionaria.
Dichas medidas quedarán materializadas en un decreto presidencial donde se reflejarán los correspondientes cambios de estructuras y funciones de ambos ministerios.
Producto de esta estrategia, se producirán algunas modificaciones dentro del Ministerio de Desarrollo Productivo. Se jerarquizará a la actual Subsecretaría de Economía del Conocimiento, que pasará a tener rango de Secretaría, ampliando sus funciones, donde la actual subsecretaria María de los Ángeles Apólito pasará a desempeñarse como Secretaria del área.
También será jerarquizada el área de Desarrollo de Proveedores y Compre Argentino, que pasará a tener rango de Subsecretaría. Además, la Secretaría de Comercio Interior pasará a depender funcionalmente del Ministerio de Economía. Dicho traspaso excluirá algunas funciones específicas que pasarán a depender de la Secretaría de Industria, en el Ministerio de Desarrollo Productivo.
Asimismo, el Fondo de Capital Social (FONCAP) modificará su dependencia funcional desde el Ministerio de Economía hacia el Ministerio de Desarrollo Productivo, en la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores.
Con el objetivo de coordinar planes de inversión y generar planes estratégicos se creará la Coordinación Nacional de Empresas Públicas Industriales (CONEPI) en el ámbito de la Secretaría de Industria y Gestión Comercial Externa. El Ministerio de Desarrollo Productivo tendrá representantes en ciertas empresas públicas industriales.
Finalmente, se creará el Consejo Nacional de Desarrollo Siglo XXI (CONADE XXI) con el fin de institucionalizar el ámbito de planificación del desarrollo productivo y la formulación, implementación y monitoreo del Plan Argentina Productiva 2030, cuyo Director Ejecutivo será Daniel Schteingart.
Los especialistas definen a la economía cerrada como un sistema que desalienta las importaciones y exportaciones, e impide, de esta forma, que sus empresas e individuos interactúen con economías extranjeras. Lo contrario ocurre con un sistema abierto, que propicia que sus actores interactúen con otros países.
La Argentina, según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), encabeza el ranking de la región de economías cerradas.
La CEPAL calcula este indicador al comparar la magnitud del comercio exterior de cada país (es decir, la suma de sus exportaciones e importaciones) con el Producto Interno Bruto (PIB), que refleja el tamaño de la producción doméstica total.
El ratio de la Argentina es de 33.4, seguido por Brasil (39.2), Colombia (40.6), Ecuador (51.4) y República Dominicana (52.7).
En el otro extremo del ranking se ubican países de Centroamérica y América del Norte:
A continuación, el ranking completo elaborado por la CEPAL, que contempla a aquellos países cuyos datos son públicos: