La palabra "criptomoneda" hoy es conocida por casi todo el mundo y Bitcoin, la que mayor capitalización de mercado posee, es adoptada cada día por más personas como un método de ahorro y de pago. Así, operaciones que antes eran impensadas, como la compra de viviendas o la cancelación de servicios ya son una realidad para millones de usuarios.
Pero esto no siempre fue así. Bitcoin, Ethereum y hasta el "cripto dólar" USDT, por citar algunas de las criptos más famosas, debieron sortear diferentes resistencias al dar sus primeros pasos y así alcanzar el lugar que en la actualidad ocupan.
Si bien ya recorrieron un importante camino en estos últimos años, los especialistas coinciden en que aún les queda un largo trayecto por delante para plasmar en hechos su enorme potencial y que están bastante lejos de su techo. Esto entusiasma a la comunidad. Por tal motivo, se puede observar casi a diario el surgimiento de nuevos proyectos, con altas chances de transformarse en tokens que darán que hablar.
El crecimiento de estos activos también generó que los mismos países empezaran a emitir sus propias divisas digitales (conocidas como CBDC o moneda digital de banco central), para atraer nuevamente a sus ciudadanos a la economía monetaria soberana.
Los primeros en dar el paso en este terreno fue China, que con su e-yuan le sacó ventaja a otra potencia que tenía el tema en su agenda: Estados Unidos y su dólar digital.
Sin embargo, la ciudad de Miami sorprendió al mundo al anunciar que lanzaría su propia moneda "MiamiCoin", una criptodivisa que, indican desde la compañía a cargo de su emisión (CityCoins), tiene como finalidad apoyar los proyectos de la "Ciudad Mágica", mientras beneficia a sus poseedores.
Según los papers del proyecto, está estipulado que cuanto más aceptación tenga el protocolo MiamiCoin, mayores contribuciones recibirá la ciudad, al punto que Miami puede recaudar hasta un 30% de los ingresos que genera la divisa y usar los fondos como crea conveniente.
En noviembre le llegó el turno a Nueva York, que debutó presentó su NYC Coin, que también tiene por detrás a la firma CityCoins y cuenta con el respaldo del alcalde, Eric Adams. La criptomoneda se estrenó el 9 de noviembre y dos días más tarde tocó su récord (u$s0,00023). Luego su cotización comenzó a bajar y no pudo volver a la cima. Estos dos ejemplos de ciudades no son los únicos:
En el plano local se vislumbran algunas iniciativas. Por ejemplo, el ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, informó que "la Cámara de Representantes de la provincia aprobó el 'Programa Misionero de Innovación Financiera con Tecnología Blockchain y Criptomoneda". Así, dio el puntapié inicial para desarrollar una stablecoin respaldada en activos financieros.
Este proceso no es para nada sencillo, ya que además de forjar las bases tecnológicas necesarias, también debe generar las condiciones de confiabilidad que este activo digital necesita.
Otro caso es el de la ciudad bonaerense de Marcos Paz, que emitió un token que funciona a través de una billetera digital y que tiene como finalidad incentivar algunas acciones, como el pago de impuestos en término y fomentar el reciclado. Estos activos digitales luego pueden utilizarse, tal como explican desde el municipio, para hacer compras en negocios locales.
En diálogo con iProUP, Marcos Zocaro, contador experto en criptomonedas, explica que este tipo de token no es una moneda de curso legal, sino un activo digital y, por tal motivo, no se estaría violando ninguna normativa.
Ante la diversidad de ciudades que tienen o planean lanzar sus propias criptomonedas y el alto grado de penetración que tienen estos activos en Argentina, cobra fuerza la pregunta acerca de si una iniciativa de este estilo es posible en la Ciudad de Buenos Aires.
En diálogo con iProUP, Nahuel Burbach, Community Lead de Pool Together para Latinoamérica, destaca que el diseño de una criptomoneda puede concretarse en minutos, pero también lleva meses desarrollar un proyecto serio.
"La creación de una moneda digital para la Ciudad de Buenos Aires es factible. El éxito dependerá de los mecanismos para incentivar su uso, como ventajas para la ciudadanía o para los tenedores y si estos beneficios son sostenibles en el tiempo", explica el especialista.
Al respecto Federico Goldberg, CEO de Tienda Crypto, remarca a iProUP que no se debe perder de vista que todo lo relacionado a cripto está en auge, "por lo que vamos a ver muchos proyectos que quieran incluir esta tecnología".
Por su parte Matías Bari, cofundador de la exchange SatoshiTango, subraya a iProUP que si bien la Ciudad de Buenos Aires no tiene la facultad de emitir su propio dinero, es clave ver qué uso se le dará a esta innovación.
"¿Será el de transferencia de valor o el de registro de una propiedad inmueble? Obviamente, todos conocemos el más famoso que es la transferencia de valor, pero hay múltiples usos que se le puede dar a una base de datos descentralizada", señala el especialista a iProUP.
Luego de sentar las bases para esta primera etapa mencionada por los expertos, Burbach agrega que luego se inician las discusiones en términos de seguridad, nivel de descentralización, redes en las que funcionará, costos transaccionales y facilidades para cambiarlas por otras monedas.
Dentro del ecosistema cripto de la Argentina cada día funcionan más empresas y los profesionales que se mueven en esta industria son reconocidos en el mundo, por lo cual un proyecto serio en este aspecto no debería tener problemas en desarrollarse.
Pero los expertos consultados por iProUP destacan un aspecto clave a tener en cuenta al evaluar el futuro de cualquier propuesta: el contexto local. Goldberg advierte que en el caso que una ciudad argentina cree su propia moneda, tendrá el mismo problema de siempre que es el de la confianza.
"Sabemos la dificultades que tiene el peso argentino, y por eso vemos cada vez más individuos y empresas volcándose a las criptos para conservar sus ahorros", remarca el CEO de Tienda Crypto.
El especialista subraya que en caso de que prospere un proyecto para crear una divisa virtual para Buenos Aires, debe estar vinculado a una moneda estable para incrementar sus posibilidades de éxito. "La opción más viable es una stablecoin. ya que el precio no varía. Implementar una cripto volátil es un dolor de cabeza. En particular, para quienes se vayan a volcar a este mercado", señala Goldberg a iProUP.
Bari coincide con su colega en cuanto a la estabilidad de la moneda en caso de que la principal función de ésta sea la transferencia de valor: "Es clave el objetivo que se le dará para determinarlo".
Al respecto Burbach suma que existen proyectos para hacer activos digitales atados a canastas de activos, recursos, entre otras alternativas, "pero sin duda la creación de una moneda de cotización variable sería un desafío importante, aunque si los incentivos están alineados, sería probable que funcione".
Por último, el especialista destaca como punto a favor que una parte importante de la población busque herramientas de inversión relacionadas con cripto, contexto que ayuda a que se empiecen a ver con mayor frecuencia la aparición de este tipo de proyectos.