El nacimiento del universo fintech empezó en la década del cincuenta cuando la industria de servicios financieros introdujo cambios considerables para los consumidores, como tarjetas de crédito, análisis de datos, y nuevas formas de evaluación de riesgos.
Este proceso evolucionó durante años y actualmente se utiliza para describir a aquellos que desarrollan nuevas tecnologías para modernizar la forma en que operan tradicionalmente los mercados financieros.
En lo que se refiere a América Latina, las fintech que llegaron o surgieron en la región abordan los problemas con pagos tradicionales y facilitan soluciones que tienen la capacidad de brindar un servicio más rápido y eficiente. Por tal razón, las entidades financieras tradicionales se vieron obligadas a competir con todo un ecosistema, ser más innovadores y ofrecer soluciones creativas, ya que corren el riesgo de quedarse atrás.
Una de las tantas en la región es el banco brasileño Bradesco, el cual compró una participación del 49,99% en el banco digital Digio, que pertenece al Banco do Brasil, por unos u$s113,2 millones, según anunció la firma en un comunicado.
La startup perteneciente al Banco do Brasil, ofrece a sus clientes personas físicas servicios de actividades financieras y de pagos, tales como cuenta bancaria, crédito y préstamos personales. Posee alrededor de 2 millones de tarjetas de crédito emitidas y una cartera de crédito de aproximadamente u$s453,5 millones.
En el primer semestre de este año, la fintech tuvo un ingreso neto de u$s6,6 millones, que representa un aumento de 497% respecto al mismo período de 2020.
De acuerdo a Bradesco, la transacción está alineada con su estrategia de invertir en empresas ligadas a las finanzas digitales, complementando su operación de diversificación mediante el alcance de públicos diversos y con distintos modelos.
La conclusión de la operación está sujeta a la aprobación del Banco Central de Brasil y del Consejo Administración de Defensa Económica, como también del cumplimiento de formalidades pertinentes del mercado brasileño.
La explosión de las startups fintech latinoamericanas se debe en gran medida a que hay un aumento de tecnologías escalables y fácilmente accesibles (que permite a los fundadores probar sus ideas de manera más rápida y asequible), existe un incremento de consumidores de tecnología móvil, un mercado transfronterizo (Cross-Border), y una sana competencia hasta ahora.
A estas características se suma el entorno en el que se gestan: en América Latina comienzan a ser una una gran solución frente a problemas financieros como la falta de soluciones crediticias para el consumidor promedio y la economía informal.
Además, la gente suele desconfiar de las instituciones financieras y de su gobierno local, por lo que todavía existe una fuerte dependencia del dinero en efectivo.
El escenario de las startups fintech latinoamericanas se muestra disruptivo y genera una gran cantidad de cambios, lo cual promete una mayor participación de emprendedores en el sector.
"Mi consejo para las empresas que inician en este sector sería que construyan su red, sean estratégicas sobre sus necesidades a corto y largo plazo, aprovechen las grandes redes abiertas que se extienden hasta los Estados Unidos y el resto del mundo, y mantengan la mente abierta. Que se conecten con otros emprendedores, pues nunca estamos solos. Estamos juntos en esto", remarcó Josef Scarantino, Senior Manager del programa de aceleración Techstars & Western Union.