"Reinventar una industria". "Pensar nuevas formas de acercarse a los consumidores". "Aprovechar la tecnología para generar nuevos productos". Estos son algunos conceptos que sobrevuelan la mente cuando se piensa en el presente y se imagina el futuro. Pero el término "Transformación Digital" por momentos está tan utilizado que es necesario clarificar qué casos realmente son disruptivos y cuáles son más marketing que realidad. ¿Por dónde empezar? Por los hechos concretos.

La Argentina es uno de los países con mayor conectividad de América Latina. Cuenta con una tasa de penetración de Internet de más del 70%, según el Banco Mundial. Asimismo, el 65% de los usuarios se conecta a redes sociales, de acuerdo con Internet World Stats (IWS). El e-commerce, por su parte, mueve alrededor de u$s6.700 millones de dólares al año, conforme a lo expresado por Euromonitor.

¿Entonces? La oportunidad de ofrecer vía Internet servicios y productos cada vez más sofisticados y enfocados en el cliente es grande y lo seguirá siendo en los próximos años.

Basándose en estos datos, las compañías pueden elegir qué camino tomar: si utilizar la gran predisposición a los cambios tecnológicos de buena parte de la población, o perderse en la vía del marketing y las promesas, creyendo que crear una cuenta en alguna red social es realizar una transformación significativa.

Sin ir más lejos, la industria del seguro y de la banca tienen en su poder la oportunidad para reinventarse y llegar de nuevas formas a su público. Si bien los canales digitales como las apps o web banking paulatinamente van creciendo en uso, en la Argentina la mitad de la gente prefiere visitar al dentista antes que tener que pisar un banco. Entonces, algo no está del todo bien.

En la actualidad, todo el sector asegurador está viviendo una profunda transformación digital. En este contexto, quizás sean las compañías las compañías digitales directas las que tienen más fácil la posibilidad de liderar este cambio, por una cuestión de estructura y de ADN digital

En este contexto, muchos cambios sin dudas se avecinan y creo que serán las nuevas startups digitales quienes, por su ADN digital y tipo de estructura, llevarán la delantera para liderar esta revolución digital que busca en su esencia mejorar y hacer más fácil la vida de las personas.

Gracias a estas compañías, se pone a disposición de los clientes nuevas formas de vincularse con su proveedor de seguros. En este sentido, se destaca la posibilidad de cotizar y contratar el servicio desde una aplicación móvil, además de solicitar y reservar turnos para distintos servicios relacionados al cuidado y mantenimiento del vehículo.

Adicionalmente, cada cliente puede solicitar una grúa o una moto para asistencia de mecánica ligera, mejorando considerablemente los tiempos de respuesta.

Desde Netflix hasta Mercado Libre o IguanaFix, está claro que para el consumidor moderno ya es habitual encontrar que los servicios a los que accede cotidianamente migren hacia el mundo móvil. No obstante, la industria de seguros –al igual que la banca– está en un punto de inflexión.

En la Argentina, según datos aportados por INDEC, hay 1,5 smartphones por persona, pero apenas el 50% de la población tiene una cuenta bancaria. No es entonces de extrañar que la penetración de teléfonos inteligentes sea el aliado principal para liderar el cambio que, a su manera, cada industria demanda.

Federico Malek es CEO de la insurtech iúnigo

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