Los bancos digitales están haciéndose camino dentro de la industria fintech argentina, con tres jugadores de peso: Wilobank, comandado por Eduardo Eurnekián y el expresidente del Bapro Guillermo Francos; Brubank, del ex Citi Juan Bruchou; y Rebanking, del Grupo Trasatlántica.

Stefano Angeli, CEO de Rebanking, señaló que desde la empresa buscaban un negocio de crecimiento acelerado y con perspectivas a 50 años. "Dentro de las distintas oportunidades o modelos que observamos que uno puede montar, identificamos que la banca digital es lo que más va a crecer y sostenerse en el tiempo", aseguró.

Según el directivo, "la rentabilidad de un modelo de negocio de banca digital es mucho más alta que la de banca tradicional", debido a que "puede licuar costos fijos entre mayor cantidad de clientes y tener un alcance a una masividad de clientes mucho más alta sin invertir en la estructura de recursos humanos o alquileres de inmuebles".

"Creo que con este servicio se va a generar una nueva oportunidad para bancarizar y formalizar a la economía argentina", remarcó Angeli, quien agregó que estas entidades permiten "que una persona que tenía mucha fricción y era reticente a los servicios financieros se pueda volcar con más facilidad al digital".

 

Este interés del público en los nuevos bancos digitales crecerá como lo hizo el comercio electrónico, de acuerdo con su análisis. De este modo, el "boca a boca" será lo que genere "un sistema de referencia en donde la gente va confiando no en el mensaje sino en la realidad de los hechos".

"Lo que se está generando es un ecosistema de compañías de servicios financieros digitales que en definitiva hacen que la educación del sistema para que se vuelquen a la banca digital sea mucho más fácil", destacó Angeli a ElEconomista.

Y añadió que "acciones de marketing una al lado de la otra, por más que sean competencia, van a hacer que las personas estén mucho más expuestas a la propuesta de la banca digital que si fuera una sola compañía la que se estuviera lanzando".

La empresa se conformó tras una inversión de u$s15 millones, cuenta con 110 empleados y espera llegar a 65.000 clientes para fines de 2019. Y señala que el mayor diferencial será la interfaz de usuario: el banco digital que ofrezca la mejor experiencia terminará siendo líder en el mercado.

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