Hay acuerdos que pueden provocar revoluciones. Y es el que tienen activo desde hace unos meses la fintech MONI con el BIND y el Citibank para que la posibilidad de que sus clientes obtengan un crédito en pocos minutos a través del celular ahora se puede aplicar a las vacaciones.

Desde hace algunas semanas, Agrupate Vacaciones promociona en su listado de cupones de descuento la posibilidad de tomarse unos días de descanso de la mano de MONI. Quienes acceden cuentan con descuentos adicionales. Un acuerdo de cobranding que busca incrementar el consumo mediante los servicios que brinda la fintech.

Esto es posible porque, a partir del acuerdo con las dos bancas mayoristas, sus usuarios pueden solicitar un préstamo para resolver un consumo inmediato en unos pocos minutos.

Una vez aprobado el préstamo, el dinero se acredita en la caja de ahorros y el pago de ese producto o servicio se descuenta desde la tarjeta de débito que, así, se convierte en una de crédito.

"El acuerdo con Agrupate surge como parte de nuestra estrategia para ofrecer servicios más allá de los préstamos online. Al tener integrados los dos bancos, se asegura la disponibilidad de dinero las 24 horas, los siete días a la semana, durante todo el año", explica a iProUP, Juan Pablo Bruzzo, cofundador y CEO de MONI.

Y agrega: "Empujamos estas alianzas para que los usuarios entiendan que existe la posibilidad y que también pueden usar el servicio asociado a una compra puntual más que a un préstamo".

El emprendedor explicó que el 70% de los clientes tiene tarjeta de débito, pero no de crédito, y este servicio permite ampliar esas posibilidades.

Es la razón por la cual desde la firma están impulsando acuerdos, no sólo con empresas de Internet como Agrupate, sino también con compañías que sólo operan en el mundo offline, como ocurre con varias empresas de venta de teléfonos móviles o productos de consumo masivo.

Esta chance de contar con el dinero en el mismo momento en que se dispara una necesidad de compra está funcionando muy bien entre los clientes de MONI. Todo un indicador en momentos en que los que consumo se encuentra deprimido.

Para Bruzzo, la ventaja de esta solicitud al instante radica en que "aquellos que habían sacado un préstamo de $20.000 y luego no volvieron a usar el servicio, ahora están comenzando a obtener estos créditos por montos más chicos". Y esto ayuda, de alguna manera, al consumo, por el impacto que tiene a nivel general.

La facilidad de obtener este dinero mediante el celular es –según la visión del también presidente de la Cámara Argentina de Fintech– una manera de evangelizar fuera de la base propia de clientes, pues los comercios también entienden las nuevas oportunidades que bridan estos sistemas de créditos convertidos en una nueva herramienta de financiación.

Y así como el acuerdo más reciente con Agrupate se enmarca en las vacaciones, hacia adelante se espera que se amplíen convenios idénticos con otras compañías, siempre con el foco puesto en aumentar las ventas.

"El objetivo es el crédito al consumo y por esa razón iremos a los distintos segmentos", insiste Bruzzo.

Por eso, no sería descabellado encontrar el logo de MONI en aquellas zonas en las que exista una financiera que asista a segmentos no bancarizados –o bancarizados a medias– a la que esta fintech esté dispuesta a competirle con más facilidad y mejores alternativas.

Y tal punto fue el impacto que el acuerdo ha provocado en el mercado tradicional que ya hay otros grandes bancos, entre los que se menciona al HSBC, trabajando en ideas similares para impulsar el consumo mediante las mismas herramientas: un celular, una cuenta y una chance de comprar un producto o un servicio de manera inmediata, aunque en ese momento no se disponga de ese dinero.

Desde sus inicios, hace seis años, la empresa otorgó más de 700.000 préstamos, en un número que equipara casi a la cantidad de clientes "scoreados" (evaluados por el sistema de puntaje crediticio). Es decir, todos han obtenido al menos un crédito.

Esto se traduce, en la actualidad, a un total de préstamos que ronda los $180 millones por mes y que, una vez más, se destinan principalmente al consumo, incluyendo refacciones hogareñas o arreglos de autos. De ahí su importancia.

En el primer semestre de 2018, la empresa obtuvo una nueva inyección de capital, en esa oportunidad, del BID Invest y la Corporación Financiera Internacional (CFI).

A partir de ahí, la empresa comenzó la ampliación de la base de préstamos al consumo, además de incursionar en el segmento de pagos digitales. MONI ya permite pagar servicios y cargar la SUBE y, a futuro, la meta es convertirse en billetera digital.

"Una de las ventajas que han experimentado quienes pidieron adelantos de dinero a través de MONI es que, como tenemos la obligación de informar tal como lo hacen los bancos sobre la situación de los clientes, es posible ver su comportamiento crediticio y, a partir de ahí, ingresan mejor al sistema financiero", explicó en aquella oportunidad Bruzzo.

Es lo que está comenzando a desarrollarse más profundamente ahora. Las vacaciones fueron la excusa para impulsar la herramienta durante el verano –cuando en general la mayoría de las actividades se para, más allá de la recesión– y hacia adelante se abren más chances para explorar.

El objetivo es siempre el mismo: incluir a más gente al sistema financiero, más allá de las dificultades que hoy representan las tasas de interés, y así también insertarlas en un círculo de consumo más sustentable y saludable.

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