El coronavirus fue el gran cisne negro para la economía mundial en 2020, con un impacto tan devastador que, a 9 meses de iniciada la pandemia, aún es dificil de cuantificar su alcance.

Litros de tinta y miles de millones de caracteres se han utilizado para hablar del verdadero "efecto bisagra" que significó el avance del COVID-19 en las empresas. Volver a insistir en cómo aceleró los procesos de transformación digital y en su impulso hacia soluciones más innovadoras suena a verdad de perogrullo, pero no por eso deja de ser menos cierto.

Mientras la mayoría de los sectores aún acusa el shock de la pandemia, junto a la crisis y una recesión que no tiene luz al final del túnel, segmentos como el financiero se hicieron fuertes gracias a sus propuestas digitales.

 

Sacar turno, buscar una sucursal, hacer trámites por caja... cosa del pasado. Las restricciones a la circulación llevaron al mobile banking a la primera línea de batalla y obligó a los bancos a evolucionar de una vez por todas. 

Así, además de las mejoras en sus plataformas digitales de banking, en los últimos meses nacieron productos como Ank, GetNet y MODO, la "fintech de los bancos" que se anunció con bombos y platillos y espera el disparo de salida.

A esta avanzada la acompañan los usuarios, que se volcaron masivamente hacia plataformas móviles. Según el informe UDE LINK de septiembre, las herramientas digitales mantuvieron altos niveles de uso: el mobile banking, por ejemplo, creció un 40% interanual, mientras que el uso de tarjetas de débito repuntó un 2,5 % mensual y se redujo el número de tarjetas inactivas.

Por lo pronto, luego de un 2019 en el que las fintech pusieron quinta marcha y avanzaron fuerte en el mercado argentino, las entidades bancarias intentan replicar esa aceleración en términos de innovación, un aspecto en el que ahora juegan en igualdad de condiciones.

Los bancos, cada vez más "4.0"

Octubre reportó "munición gruesa" por parte de las entidades en lo referido a su avances en el mercado "4.0". La última novedad anunciada fue la de Getnet, de la mano del Banco Santander, un sistema para que comercios y profesionales puedan cobrar con cualquier tarjeta y afrontar comisiones más bajas.

Se trata de una empresa que opera desde hace 15 años en Brasil, pero hace un lustro fue adquirida por Santander. Hoy, es el tercer procesador de pagos a nivel general y segundo del ecommerce en Latinoamérica. Ante semejante éxito, la firma de capitales españoles no dudó en exportarlo al resto de la región.

La llegada a Argentina demandará una inversión de u$s20 millones y la contratación de 200 profesionales, ya que el país está en el top-ten de mercados prioritarios para Santander.

Como parte del plan de expansión, Getnet comenzó a desplegar entre los clientes del banco el "aparatito", como denominaron (para simplificar su comunicación) al dispositivo lector de tarjetas que se conecta al celular para cobrar con plásticos de banda, chip o contactless.

"A partir de ahora, está abierto a todos los comercios para que puedan liquidar sus ventas en cuentas de otros bancos", afirma Agustin Mariani, presidente de Getnet Argentina, quien adelanta que en la web se podrá adquirir por $99, para que el precio "no sea una barrera" para los comerciantes.

Se trata de la mitad de lo que cobra Mercado Pago por su dispositivo Point. Asimismo, la plataforma permitirá operar con QR que, más temprano que tarde, pasará a ser interoperable.

Ank, por su parte, es la nueva apuesta de Itaú para convertirse en el "Netflix de las finanzas". "La oferta de servicios financieros en el país, con más de 70 bancos y nuevas fintech ingresando, es cada vez más amplia, mientras que las barreras de entrada son cada vez más bajas", explica Leonardo Rubinstein, CEO de la fintech, en diálogo con iProUP.

El "aparatito". Así define Getnet a su lector de tarjetas que se conecta al celular

"Vemos que hay una oportunidad de ‘curar’ lo que ya existe y dártelo de una manera más simple e intuitiva, gratis", agrega el ejecutivo, ex CEO de OLX. Para Rubinstein, cada vez habrá mayor oferta, por eso resalta la inspiración en el gigante del streaming fundado por Reed Hastings: una plataforma que agrega todo y te lo da de manera "personal e inteligente".

En esta primera etapa, la app apunta sobre todo a los "bancarizados" y ofrece la posibilidad de enviar dinero entre personas o cuentas de un mismo usuario sin costo, "eliminando la pérdida de tiempo y evitando el estrés que genera el manejo de múltiples bancos, las claves complejas que vencen, las tarjetas de coordenadas o los tokens", tal como indican desde la compañía. 

Estas dos iniciativas son un preludio para la llegada de MODO, bautizada como la "fintech de los bancos". La plataforma es, en rigor, un producto de Play Digital, firma independiente cuyos accionistas son la mayoría de los grandes bancos públicos y privados del país.

El servicio, que ya está en su fase de pruebas "friends&family", permite gestionar el dinero directamente desde las cuentas bancarias del usuario y enviarlo a contactos de Whatsapp, además de permitir pagos QR en comercios que podrán aprovechar las promociones bancarias.  

"Logramos la sinergia entre instituciones públicas y privadas porque creemos en un proyecto común, con una propuesta de valor única que favorecerá a millones de usuarios", señalan a iProUP.

Al respecto, destacan que la app "busca agilizar las operaciones cotidianas, gracias al uso de la tecnología y estará disponible para todos los usuarios con cuenta bancaria en alguna de las principales instituciones financieras que forman parte de esta iniciativa".

Actualmente, MODO cuenta con el apoyo de BBVA, Galicia, Supervielle, HSBC, ICBC y BIND, entre otras, además de bancos digitales como Brubank y Banco del Sol. Se trata de la apuesta más fuerte del segmento "tradicional" en el escenario fintech, y la que más expectativas genera por los nombres que tiene detrás. 

"Coopetición" y espacio para crecer

Para Ignacio Carballo, director del Programa en Fintech & Digital Banking de la UCA, las últimas novedades confirman una tendencia que ya se venía notando: los bancos están avanzando cada vez más rápido y hasta le ganan a las fintech en términos de novedades.

Además de los ya citados casos de Ank, Getnet y MODO, Carballo subraya el lanzamiento de las billeteras de los bancos Provincia y Nación, la adopción másiva del onboarding digital (clave durante el aislamiento) y el rápido crecimiento en la adopción de los cheques electrónicos o e-checks, que no se utilizaban y, según el especialista, "hoy en día están super instalados".

En cuanto a las fintech, aclara que en todo el mundo se están teniendo que "transformar para mostrar ganancias", con modelos ‘freemium’ y otras alternativas de monetización

Para Jorge Larravide, especialista en finanzas digitales y ex Gerente Comercial de Link, "en el caso de usuarios bancarizados, es notable cómo en forma masiva se modificó el hábito de consumo de los servicios financieros y se aumentó la frecuencia. Es decir, quienes ya operaban por apps y home bankings, en el contexto actual lo hicieron mucho más que antes". 

Para el ejecutivo, "los nuevos proyectos de billeteras Electrónicas como Ank, MODO, Cuenta DNI y BNA son muestra de esa realidad, cada una buscando un segmento para hacerse fuertes".

Adaptados al nuevo panorama, los bancos tienen ahora espacio para crecer y, paradójicamente, lo hacen en muchos casos trabajando en conjunto con las fintech. Esta tendencia, que en inglés se la explica como "coopetition", es cada vez más común: empresas que cooperan y, al mismo tiempo, compiten en ciertos mercados.

Naranja X, la fintech de Grupo Galicia, lanzó la primera tarjeta Visa innominada del país

"En Argentina, varios bancos ya se han planteado tener un ‘spinoff’ tecnológico para darle la agilidad que sus estructuras tradicionales no siempre le aportan. Naranja X es gran ejemplo de un excelente producto, muy innovador en su concepción y desarrollo", señala Larravide respecto de la fintech, que cuenta con el apoyo de Galicia. 

Por su parte, Carballo señala que en el resto del mundo los bancos ya incuban fintech o crean fondos para invertir en ellas; incluso se asocian a startups o las crean de cero. Ese modelo de a poco comienza a permear a nivel local.

"La banca ya lo entiende y está trabajando en eso. Tenés los casos de Naranja X o NUBI, que cuenta con el apoyo de COMAFI. También tenés el caso del Citi, que da servicios a varias plataformas o el BIND, asociado con Mercado Pago", describe el especialista.

Tal vez el dato más auspicioso para las entidades sea que todavía queda mucho terreno por ganar. Para Larravide, "en algunos casos, sobre todo en bancos públicos, existen grandes posibilidades de crecer mediante la digitalización de cartera propia, derivando clientes de forma física a virtual". 

Así, después de un 2019 en el que las entidades tradicionales acusaron el "cross a la mandíbula" de las plataformas financieras digitales, que las obligó a repensar sus esquemas de atención y puesta en valor de sus productos, el 2020 las encontró en el momento justo para convertirse en verdaderas empresas "4.0", más cercanas a Silicon Valley que a la City porteña.

En definitiva, al igual que el "fin de la TV", el "fin de las computadoras" u otros pronósticos igual de apocalípticos, ese "final de los bancos" tan pregonado no solo está lejos en el horizonte, sino que día a día se refuta con hechos y nuevos productos.

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