"A un perro viejo no se le pueden enseñar trucos nuevos", dice la sabiduría popular. Pero en términos cambiarios, a los ahorristas argentinos no les quedó otra que aprender las nuevas herramientas que trae la transformación digital.

Con la llegada de nuevas restricciones, la tecnología juega un rol central para ofrecer nuevas operatorias en prácticas ya conocidas en otras épocas devaluatorias y limitaciones de acceso a la divisa extrajera.

Así, por estas horas las siguientes herramientas de la economía digital adquieren un marcado protagonismo:

- Criptomonedas: es un medio digital de intercambio, que suele contar con un registro público compartido (blockchain) de las transacciones. Están basadas en criptografía y son prácticamente invulnerables

- Exchange: son el equivalente digital de las casas de cambio. Permiten comprar monedas digitales con pesos o dólares, mediante métodos de pago locales

- Plataformas P2P: se trata de marketplaces que unen a personas que deseean comprar activos digitales con aquellos que los deseen vender. Se pueden intercambiar saldos de cuentas bancarias o fintech, criptomonedas, tarjetas de regalo y sistemas de pago (PayPal, Payoneer, etc)

 

De este modo, la City pasó del microcentro porteño a Internet y ofrece versiones renovadas de las clásicas operatorias para hacer negocios con la cotización del billete verde.

Puré 4.0

Se trata de la maniobra "más simple" de los que quieren hacer una diferencia Se basa, ni más ni menos, en comprar billetes a precio oficial y "reventarlos" (o hacerlos "puré") en el mercado informal, ganando con la brecha cambiaria.

La versión 4.0 de esta operatoria consta de algunos pasos más. Un experto en bitcoins afirma a iProUP que con las criptomonedas se realiza de la siguiente manera:

En efecto, las plataformas de cambio ofrecen un dólar promedio de $162, similar al CCL y por encima de los $135 de la cotización solidaria.

Rulo 4.0

El "rulo" fue una operación que marcó un boom el año pasado, cuando el gobierno de Macri fijó el primer cepo que limitaba la compra a u$s10.000 mensuales. Supone más sofisticación y también mayores ganancias.

En este caso:

Rápidamente, el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores quebraron la operatoria.

Las nuevas tecnologías permiten dolarizar ahorros sin pasar por los bancos

Actualmente, las nuevas tecnologías ofrecen otra forma de hacer el "rulo", a través de las tarjetas de regalo, que cotizan en dólares.

Gastón Levar, integrante de AirTM, explica a iProUP una maniobra que crece entre los argentinos:

"Además, podés invertir sin plata: publicás en Mercado Libre y una vez que cerraste la venta, con esos fondos comprás la tarjeta en AirTM y le pasás el código al comprador", señala el representante local de la plataforma que ya cuenta con más de 15.000 usuarios activos en el país.

De este modo, teniendo en cuenta las comisiones, se ganan unos $30 pesos por cada $100 usados cada vez que se repita el rulo. Al tratarse de un mercado dinámico, las cotizaciones varían todo el tiempo.

"Hay mucha demanda en Mercado Libre de estas tarjetas", advierte Levar, y agrega que la operatoria es tan popular en la plataforma que ya tiene nombre propio: no se le llama "rulo", sino "ciclar" los fondos.

Contado con liqui 4.0

Los ahorristas sofisticados seguramente revisan todos los días la cotización del "conta con liqui", que surge de comprar acciones de una empresa (con pesos) en Argentina y venderlas (en dólares) en Wall Street.

Se trata de una forma legal de dolarizarse sin tocar el cupo. En general, se consigue una cotización mejor que la del blue y los fondos quedan en el exterior.

En la versión 4.0, en lugar de acciones es posible comprar:

"Contado con cripto"

En el primer caso, simplemente hay que ingresar a un exchange y adquirir monedas "estables" (se llamán así porque mantienen paridad 1 a 1 con el dólar). Se consiguen a un valor cercano al blue y entre ellas figuran, por ejemplo estas tres: DAI, USD Coin (USDC) o Tether (USDT)

Una vez obtenidas las divisas, pueden guardarse en la billetera que ofrezca el exchange (este último puede ser, por ejemplo, SatoshiTango, Bitso o BuenBit). 

Los usuarios más familiarizados optan por las llamadas billeteras sin "custodia", en la que los datos de la cuenta no los tiene un tercero (como ocurre en el caso anterior), si bien es imposible recuperar las dos claves para operar:

- La pública: es un identificador, similar al CBU, que se comprate para que se puedan enviar los fondos

- La privada: es una suerte de PIN, requerido para "usar" los fondos 

Quienes optan por esta opción, encuentran alternativas como Status, MetaMask o Argent que permiten acceder a aplicaciones descentralizadas (Dapps) que brindan distintos tipos de inversiones.

Status es una billetera cripto que permite a usar protocolos DeFi de manera privada

"Contado con saldo"

Para tener el "cash" en el exterior, primero hay que contar con una cuenta en una entidad en otro país, como Dukascopy, un banco digital suizo que ofrece:

Los requisitos para darse de alta son contar con un pasaporte argentino, llenar un formulario y verificar datos en una videollamada con un operador del banco. Luego, se recurre a algún servicio P2P como el argentino Saldo.com.ar, el estadounidense PaxFul.

Dukascopy permite obtener una tarjeta prepaga del exterior en la que depositar el saldo de PayPal o Bitcoins

De este modo, el usuario debe ingresar la cantidad de pesos a cambiar (puede usar cuentas bancarias y fintech) y transferirlos a una cuenta en Europa. El sistema se encarga de buscar personas que le compren esos pesos y le depositen su equivalente en euros.

"Lo que hacemos es conectar personas que van a transaccionar saldos digitales y el 100% de las operaciones están cubiertas. Si algo llegase a ocurrir, respondemos. El usuario no se preocupa de la seguridad ni de los intercambios", señala a iProUP Pablo Reyes, fundador y CEO de Saldo.com.ar.

¿Son legales?

Las operaciones con plataformas de fondos digitales y monedas virtuales suelen estar en un gris legal y tributario. Si bien el Banco Central impidió recargas con tarjetas en medios de pagos internacionales (como PayPal), los expertos afirman que es lícito operar con saldos electrónicos.

"La compra de activos digitales, como saldos en PayPal, no está vedada por la ley. Es una operatoria similar al Bitcoin", afirma a iProUP Guillermo Navarro, abogado experto en derecho tecnológico y fundador del estudio Bildenex.

Y completa: "Hacen intermediación, que está permitido. Sólo deben cumplir con las normas de KYC (conocé a tu cliente) y fiscales".

Señala que recibir saldos de PayPal tampoco es ilícito: "Como te abonan por un servicio digital, se trata de un pago en especie. No hay obligación de liquidarlo ya que ese dinero no está en ningún lado".

Y ejemplifica: "Una remuneración por PayPal o Bitcoins es como que te paguen con un kilo de sal. No tengo obligación de declarar algo que no es dinero y, técnicamente, un saldo digital no es dinero".

En el caso de recibir honorarios, Navarro advierte que "existe la obligación de facturar el servicio, pero para muchas actividades el emisor de los fondos no requiere una factura".

"Si se hace una factura E, hay 180 días para cobrar. Los fondos digitales no son regulados por el Banco Central, pero siguen siéndolo por AFIP por la obligación tributaria", señala.

Así, la tecnología y el ingenio criollo se unen para ofrecer nuevas modalidades para hacer rendir al máximo los ahorros. Y pasar este momento de incertidumbre con la plata dentro del "colchón 4.0".

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