Según el último estudio de Mastercard, el 67% de las compras en España se han realizado con tarjeta en los últimos meses, una actitud que ha sido especialmente motivada por la situación sanitaria que se vive a nivel global. Por ello, la firma, junto a Orange Bank, lanzó la primera tarjeta de débito 100% móvil de ese país.

El programa ‘Digital First’ de Mastercard permitirá a los clientes operar con su tarjeta digital y prescindir si así lo desean de la tarjeta física. 

En rigor, la tarjeta ya está disponible en la aplicación móvil de los clientes de Orange Bank y podrán hacer uso de la misma de forma inmediata: una vez que el usuario disponga de saldo en su cuenta, podrá empezar a efectuar compras online y realizar operaciones en comercios físicos o cajeros a través de las diferentes soluciones de pago móvil como Apple Pay, GooglePay o Samsung Pay.

El proyecto

"Orange Bank trae a Europa una innovación que solo disponen unas pocas instituciones financieras en el mundo", indicó la compañía en un comunicado de prensa. Es la primera vez en la zona EURO que una entidad bancaria forma parte de este programa de Mastercard, que permite emitir una tarjeta que "no incluye numeración ni datos sensibles, y que únicamente contiene el nombre personalizado del titular".

Esta tecnología "incrementará la seguridad de los clientes", ya que el número de tarjeta, el código CVC o la fecha de caducidad no se mostrarán y "solamente podrán visualizarse dentro de la app de Orange Bank previa autenticación del cliente", explicó la compañía.

Las tarjetas físicas, con los días contados

Orange destacó que los clientes pueden "opcionalmente" solicitar la tarjeta física, que no tendrá información sensible y "por tanto no generará a los usuarios las mismas preocupaciones ante la pérdida o robo de la misma que el resto de las tarjetas del mercado".

Otras preferencias de seguridad, como congelar o descongelar la tarjeta, cancelarla si se necesita o controlar el límite de gasto, se podrán hacer también en la app como se puede hacer con las tarjetas clásicas actualmente.

Asimismo, tanto Orange Bank como Mastercard destacan el "beneficio medioambiental que proporciona poder prescindir del plástico de las tarjetas", contribuyendo así a la "sostenibilidad del planeta".

Mientras tanto, más competencia

Por otro lado, los principales bancos del viejo continente han logrado unir sus intereses para desarrollar su propio sistema que compita con Visa y Mastercard. De momento, los bancos de Alemania, Bélgica, España, Francia y los Países Bajos firmaron un acuerdo que ha sentado las bases para el futuro lanzamiento de la Iniciativa de Pagos Europea (EPI en sus siglas en inglés).

Entre los bancos españoles que firmaron el EPI están el Santander, BBVA y CaixaBank, los tres principales grupos financieros de ese país. Pero la idea es que se metan de lleno a formar parte de este proyecto, una vez que este nuevo medio de pago paneuropeo inicie su camino, previsto para 2022.

De momento, el resto de los grandes bancos españoles tienen prevista su entrada en la nueva sociedad, que se está creando para el desarrollo de este sistema de pagos y que contará con su propia tarjeta.

Sin embargo es necesario entender el contexto actual, ya que por más que el efectivo pierda protagonizó, todavía sigue siendo el rey. Esto es así, debido a que más del 50% de las transacciones de pago minoristas en Europa todavía se realizan en cash.

Te puede interesar