Microsoft, el gigante global de software, sentó la polémica al exigir el retorno presencial de sus empleados a partir de 2026, en una decisión que marca el fin de su política de trabajo remoto flexible instaurada tras la pandemia.

El cambio, comunicado a través de un memorando interno firmado por Amy Coleman, vicepresidenta ejecutiva de Recursos Humanos, establece que los trabajadores deberán acudir a la oficina al menos tres días por semana, comenzando por la sede central en Seattle y extendiéndose progresivamente al resto de sus oficinas en Estados Unidos y el mundo.

Microsoft exige a sus empleados el retorno a oficinas desde 2026

La medida comenzará a implementarse en febrero de 2026, afectando inicialmente a los empleados que vivan a menos de 80 kilómetros del campus de Redmond. Aquellos que residan fuera de ese radio podrán solicitar excepciones, siempre que cumplan con condiciones específicas, como no tener compañeros asignados en la misma sede o enfrentar desplazamientos complejos.

Aunque la compañía ha aclarado que no se trata de una reducción de personal, el nuevo enfoque se alinea con una cultura laboral más presencial, en la que la colaboración cara a cara es considerada esencial para la innovación y el rendimiento.

Durante los últimos años, Microsoft había sido uno de los principales defensores del trabajo remoto, promoviendo herramientas de videollamadas para el trabajo como Teams y permitiendo a sus empleados trabajar desde casa sin necesidad de aprobación formal.

Sin embargo, la presión por acelerar el desarrollo de productos basados en inteligencia artificial y la necesidad de fortalecer la cohesión interna llevaron a la multinacional a revisar su modelo.

Microsoft exigirá a sus empleados el retorno a la presencialidad desde 2026

"Los equipos que trabajan juntos en persona están más motivados, más empoderados y alcanzan mejores resultados", describió Coleman en el comunicado.

La decisión también refleja un cambio de narrativa institucional. Microsoft eliminó recientemente una entrada de su blog que destacaba los beneficios del trabajo remoto, reemplazándola por una publicación que advierte sobre los desafíos del modelo híbrido y cómo la IA puede ayudar a resolverlos.

En paralelo, la compañía endureció sus evaluaciones de desempeño, tras despedir a miles de empleados considerados de bajo rendimiento y aplicando planes de mejora más estrictos.

Con este giro, Microsoft se suma a otras grandes tecnológicas como Meta, Amazon y Google, que ya impusieron esquemas de presencialidad parcial o total. 

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