Bill Gates, cofundador de Microsoft y referente mundial en negocios, recomendó una serie de tácticas para responder con éxito a las preguntas más difíciles durante una entrevista laboral.
Basándose en su vasta experiencia como líder y reclutador, Gates destacó que la respuesta debe combinar la demostración clara de experiencia concreta con un alineamiento profundo hacia los valores y objetivos de la empresa a la cual se está postulando.
Específicamente, el empresario hizo referencia a la consabida pregunta: "¿Por qué deberíamos contratarte?".
En su explicación, Gates subrayó que solo afirmar conocimientos no alcanza; es fundamental avalar esas afirmaciones con hechos concretos, como proyectos terminados o tareas exitosas.
Por ejemplo, comentó que una respuesta idónea podría ser mostrar un código propio o explicar programas desarrollados más allá del ámbito académico, evidenciando un crecimiento sostenido en las habilidades técnicas.
Asimismo, enfatizó en la importancia de expresar comodidad y eficacia en el trabajo en equipo, donde se destaque la capacidad de colaborar, dar críticas constructivas y compartir objetivos ambiciosos orientados a anticiparse al futuro.
Además de la experiencia técnica, Gates aconsejó a los candidatos reflejar cómo sus intereses personales se alinean con la misión y visión de la empresa, con el fin de evidenciar un compromiso genuino que supera lo meramente funcional.
En cuanto a cómo describir las fortalezas y debilidades, sugirió honestidad sin caer en clichés; ser transparente sobre áreas de menor experticia, pero remarcando la disposición a colaborar y aportar en campos en los que realmente se destaca.
Sobre la temida pregunta del salario, el cofundador de Microsoft propone evitar concretar cifras específicas y, en cambio, hablar desde una perspectiva de confianza y visión a largo plazo, dejando en claro la disposición a asumir riesgos y el deseo de participar en el éxito futuro de la organización.
Una respuesta ejemplar en este sentido sería mostrar preferencia por un paquete remunerativo orientado al crecimiento de la compañía, que por ejemplo pondere opciones de acciones por encima de una compensación fija en efectivo.