Iniciar un camino en el mundo de la tecnología, cuando una proviene de otros ámbitos, no significa simplemente cambiar de trabajo. Es más bien como aterrizar en un nuevo planeta, donde se debe aprender rápidamente un nuevo lenguaje, familiarizarte con herramientas y metodologías desconocidas.
En mi experiencia personal, este paso significativo marcó un giro radical, dejando atrás una trayectoria consolidada en al área de la comunicación. Puede parecer intimidante, y ciertamente lo fue, pero la única forma de hacer las cosas es haciéndolas.
Para las mujeres que están considerando iniciar una carrera en tecnología o reorientar su trayectoria profesional hacia estos horizontes, el mensaje más importante que puedo transmitirles es este: reconozcan su potencial y anímense.
Cada una tiene algo para ofrecer a las empresas, puede ser una cualidad blanda, una experiencia previa o hasta el entusiasmo y las ganas de crecer. Tenemos que conocernos a nosotras mismas, encontrar nuestro potencial, aquello que nos destaca y nos da valor, y explotarlo. Capacitarnos y convertirnos en las mejores trabajadoras que podemos ser.
No se dejen intimidar por una industria que tiene fama de ser mayoritariamente masculina. El mundo de la tecnología está lleno de mujeres talentosas y bien posicionadas. Sin embargo, queda mucho por hacer, hay muchos lugares para las mujeres en nuestra industria.
El gran desafío no es solo nuestro, también corresponde a las empresas el animarse. Animarse a ser más inclusivos, a promover la diversidad, y a brindar oportunidades reales. Los trabajadores en puestos de liderazgo deben abandonar los prejuicios y dar oportunidades apostando al talento de la gente. Solo con oportunidades se podrá lograr un verdadero cambio en la industria.
La tecnología es una forma de relacionarse con el mundo, de entenderlo y de intentar solucionar los problemas que plantea el futuro. Ya sea como miembros del negocio u organización, o cómo consumidores y usuarios, la industria tecnológica es el futuro y está revolucionando la vida de todas las personas.
La única forma de lograr esa revolución es por la vía de la diversidad. Esta industria floreciente necesita las voces de todos, la mirada de todos, para encontrar las mejores soluciones para el futuro. Las mujeres tenemos mucho que aportar al negocio porque aportamos una mirada nueva. Y cuanto más diversa sea la industria, más ricos serán los resultados y desarrollos.
La única manera de lograr una industria igualitaria es ocupando los puestos y dar la batalla por la igualdad desde adentro. Quienes ocupamos lugares de liderazgo tenemos la obligación de apoyar a las mujeres, dar oportunidades, servir de referentes. Para las que recién comienzan: confíen en sus instintos y hagan oír su voz. ¡Bienvenidas!
Anahi Casigno es Salesforce Manager de NTT DATA*