Conseguir un salario en dólares o mudarse al exterior para trabajar es el deseo de muchos argentinos. Sobre todo entre los más jóvenes que, cansados de la crisis local, esperan conseguir un mejor futuro afuera.
En este sentido, un informe del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) al que accedió iProUP indica que:
Alejandro Servide, ejecutivo de Randstad, señala a iProUP que el combo de inflación y dólar alto hace que trabajar en el exterior sea una opción cada día más atractiva. Además, esto matchea con el complejo escenario de falta de talentos, no solo informáticos, registrado a nivel global.
"Partiendo de la base de que se cuenta con documentación para ser empleado en el extranjero, buscar trabajo afuera es, en sí, un trabajo", advierte a iProUP Alejandra Figini, country Manager de Gi Group Holding Argentina, quien enumera algunos tips a tener en cuenta:
En cuanto a los requisitos, Figini indica a iProUP: "A no ser que se aplique a una beca profesional de alguna ONG o plan gubernamental, la ciudadanía o el permiso laboral es necesario en todos los países". También es valorado el idioma, pues muchos compañeros provienen de Europa del Este o países asiáticos que saben poco inglés.
Federico Carrera, cofundador & COO de High Flow, advierte a iProUP que antes de buscar empleo afuera, los postulantes deben identificar el motivo, tipo de puesto, cultura de la firma y meta profesional. Con el mercado analizado y la motivación identificada, sugiere:
Carrera aconseja "participar en eventos online para relacionarse y generar vínculos con profesionales locales y, en casos extremos, contratar agencias especializadas en colocación de profesionales extranjeros".
"Otras personas primero se mudaron y tras fracasar en entrevistas durante meses recurren a un coach para profundizar el conocimiento del mercado, entender mejor al decisor y lograr una buena performance", añade.
Aunque los roles más demandados varían en función del país, Natalia Terlizzi, CEO de Hucap, remarca a iProUP los siguientes talentos "hot":
Figini aporta otro dato interesante: en países árabes hay escasez de ingenieros y de mujeres occidentales que quieran trabajar, ya que las locales no pueden hacerlo. En Europa, las personas con algún oficio a veces tienen más posibilidades de reinserción que los profesionales, salvo excepciones como odontología y psicología.
"Las búsquedas aumentaron muchísimo desde el inicio de la guerra, porque muchos volvieron a su país. Quedaron vacantes puestos operativos y las empresas empezaron a buscar en América Latina", añade Figini. Salvo excepciones (como Alemania o Inglaterra) el sueldo inicial en Europa va desde los 900 a 1.300 euros.
Servide agrega que en EEUU, Canadá, Italia y España buscan médicos y enfermeros por un salario promedio de u$s8.000 y u$s3.000, respectivamente.
"El abanico de beneficios es amplio según la empresa. Algunas pagan el alquiler de departamentos compartidos durante el primer año, sobre todo en ciudades caras como Madrid o Barcelona. En algunos casos, también ofrecen capacitaciones y visa de trabajo".
Carrera indica que los perfiles calificados siguen siendo los más atractivos, porque contratar un expatriado no suele ser la opción más económica. Las empresas realizan esa inversión cuando se trata de un talento escaso, en un mercado que ofrece garantías de repago a largo plazo, como ingenieros técnicos, CFO, directores de marketing o gerentes generales.
"La cantidad de argentinos empleados en el exterior es alta porque tienen capacidades desarrolladas en contextos de crisis. Poseen resiliencia y formación muy competitiva", agrega.
"Si la persona está aplicando a una búsqueda, la consultora de RRHH hace el reclutamiento y luego la empresa contratante se ocupa o terceriza en otra el seguimiento del postulante, que puede incluir buscarlo al aeropuerto, acompañarlo a su vivienda y ayudarlo con los trámites", explica Servide.
Figini añade que es común encontrar personas que desean irse a trabajar a otro país, pero sin realizar ningún gasto y pretenden que la empresa se haga cargo de todo.
"Las compañías ayudan pero no multiplican el costo por contratar a un argentino. A veces implica la colaboración con el pasaje que luego se descuenta en cuotas, alojamiento compartido los primeros meses y ayuda en el transporte", añade.
Y remarca: "Según la legislación, americana o europea, las condiciones laborales deben ser iguales a la de los locales, por lo que estos beneficios se deducen del salario o son un plan especial por los primeros meses".
Carrera aclara que las consultoras que hacen executive search nunca afrontan costos de relocalización, si bien algunas multinacionales dan soporte administrativo con trámites, asesoramiento detallado y acceso a créditos especiales, reintegrables o no.
"Los gastos de mudanza corren por cuenta del profesional, salvo que sea la firma en la que trabaja decida expatriarlo. En ese caso, la condición es la permanencia por un tiempo determinado dentro de la compañía. Si no, el expatriado debe cubrir los gastos", revela.
En los programas de movilidad global de las multinacionales, Terlizzi remarca que el objetivo es brindar oportunidades de trabajar en diferentes países y adquirir experiencia global. Por ello, acompañan al colaborador en la adaptación, desarrollo y crecimiento profesional; cuestiones impositivas y legales; y trámites relacionados con la ciudadanía y visados.
Si no hay presupuesto para viajar "a ver qué onda", un primer paso puede ser buscar a través de las plataformas de consultoras de talento desde Argentina para el exterior (como el caso de Randstad), pero también en las páginas de cada país.
Existen sitios como Expatica, Eurojobs, Just Landed, Summer Jobs, Anywork Anywhere y Gap Work en los que se puede cargar el CV y postularse a diferentes búsquedas para trabajar en Europa.