Cada vez más empresas, que no tienen core tecnológico, suman personas del campo de tecnología. Pero en un sector profesional ampliamente masculinizado, el desafío está en cómo mantener la equidad de género en los equipos.

Es sabido el alto porcentaje de rotación que tiene el talento en Tecnología pero luego de la pandemia, que impulsó la digitalización en muchas empresas, la demanda de talentos y por consiguiente su rotación, aumentó a la par.

A ese problema se suma otro aún más complejo: la amplia brecha de género que existe en la industria tecnológica. Esto se da tanto en los espacios educativos como en los laborales.

Según una investigación realizada por la asociación civil Chicas en Tecnología, en Argentina las carreras de Ciencia, Tecnología, Informática y Matemática (CTIM o STEM, por sus siglas en inglés) cuentan sólo con un 33% de inscripciones de mujeres.

En carreras vinculadas a programación, el número se reduce a 16%. En este contexto, ¿qué se puede hacer para seguir trabajando por la equidad y la diversidad en las organizaciones?

Diversidad e inclusión

En un mundo que cambia de manera constante y donde se exige cada vez más poderser ágil para adaptarse, la diversidad es un factor clave que las empresas deben tener en cuenta.

Y el rol de los líderes es fundamental en la búsqueda constante de equidad.Son los primeros que deben sumarse y promover políticas de diversidad e inclusión.

El sondeo "¿Qué tan inclusivo es el ecosistema TECH?" también realizado por Mujeres en Tecnología, reveló cómo transitan las mujeres y las diversidades de género sus entornos laborales y de qué manera se vinculan con sus pares/superiores en losequipos de trabajo.

De un total de 698 casos de distintos puntos del país, el estudioreveló que el 98% de las mujeres y diversidades de género "explicitan haber sufrido algún tipo de hostilidad y/o violencia en el trabajo".

Si bien el ingreso de más personas del mundo tecno podría significar un desbalance en laequidad y la diversidad ya conquistada en algunas empresas, también es una oportunidad para llevar adelante acciones concretas y evitar perpetuar las desigualdades.

Para la industria tecnológica, el desafío es aún más grande: aquellas compañías quetodavía no lo hacen deberán impulsar el máximo potencial de las mujeres en el campo STEM y acompañar las nuevas tendencias para una mayor inclusión.

Y esto mismo corre para quienes se ocupan de educar y formar a los futuros talentos.

La autora es Marcela Fons, Business and Marketing Manager de ABCOM

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