Daniel Filmus, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, enfatizó que desde el Gobierno no quieren que los programadores abandonen el país, aunque tampoco que "trabajen para afuera".
"No queremos que los programadores se vayan, pero tampoco que trabajen para afuera", destacó Filmus y resaltó que el crecimiento de las exportaciones de servicios basados en la economía del conocimiento indica que "de a poco" se está "logrando cambiar la matriz productiva".
Filmus se refirió al incremento del 14% de las exportaciones de esos servicios, a lo largo de 2021 y expresó que el país "tiene que continuar ingresando al mercado internacional no solo a partir de la venta de productos primarios, sino principalmente a partir de la calidad del trabajo de su gente y la capacidad de investigación científico-tecnológica".
Y agregó: "Agregarles valor a esos productos primarios es lo que va a permitir que cambiemos la matriz productiva y evitemos las crisis cíclicas que sufrimos".
Según un estudio elaborado por Argencon, una entidad empresaria que promueve la exportación de servicios basados en el conocimiento (SBC), la Argentina concretó el año pasado en este segmento ventas al exterior por u$s6.442 millones, un 14 % más que en 2020.
Los SBC comprenden principalmente servicios contables, legales, de arquitectura, ingeniería, audiovisual, publicidad, informática, investigación y desarrollo, consultoría y servicios empresariales.
El reporte destacó que, por primera vez desde 2017, las exportaciones anuales de Argentina crecieron respecto del año anterior, cortando un ciclo regresivo de tres años consecutivos de duración.
Las importaciones de SBC ascendieron el año pasado a u$s5.610 millones, un 7,8 % más que en 2020. Como resultado, Argentina registró en 2021 un saldo positivo por u$s832 millones en el comercio de SBC.
Por otro lado, se identificó que el año pasado unos u$s1.800 millones de exportaciones no quedaron registrados por tratarse de ingresos de profesionales autónomos o "freelancers" que desde Argentina prestan servicios a compañías del exterior.
"No queremos que esos chicos que se formaron acá, que son excelentes y tienen grandes capacidades en el campo de la programación, se vayan del país, pero tampoco queremos que trabajen para afuera", insistió Filmus.
"Nosotros no queremos vender horas de trabajo de nuestros chicos, sino que queremos vender el producto de su trabajo, el programa que ellos desarrollen", sumó.
A pesar de la pérdida de profesionales experimentados, el sector generó nuevos empleos y, a septiembre del año pasado, contabilizaba 454.000 puestos de trabajo, que equivalen al 7,35% del total del empleo privado nacional.
El rubro con mayor crecimiento porcentual fue el de servicios informáticos, que sumó 129.000 empleos, 13,3% más que en igual trimestre de 2020, de acuerdo al informe