La digitalización masiva logró que varios aspectos de la vida cotidiana se transformaran para siempre: además de convertirse casi en norma el comercio y los pagos electrónicos, la educación remota y hasta la medicina, el trabajo también experimentó una fuerte readaptación.

En efecto, muchos argentinos conocieron el home office durante la pandemia y se animaron a dar el paso para ser freelancers, no depender de jefes ni horarios laborales y cobrar en dólares.

¿Por qué los argentinos quieren ser freelancers?

Un informe de la consultora Randstad al que accedió a iProUP revela que el teletrabajo pasó a ser una suerte de "derecho adquirido": ocho de cada 10 argentinos desea mayor flexibilidad laboral.

Además, la pandemia agrandó la captación de talentos y la extendió a firmas de todo el planeta, que comenzaron a buscar profesionales albicelestes pagándoles cifras en moneda dura imposibles de igualar por compañías locales.

Alejandro Servide, director de Professionals y RPO de Randstad, señala a iProUP que el repunte del trabajo freelance en el país es impulsado por varios factores: "Ya venía creciendo como parte de un fenómeno de modificación del formato laboral, impulsado por las plataformas y el avance de la tecnología, pero también por el cambio en las expectativas de estilo de vida".

Si bien los programadores son los más buscados, también hay ofertas para RRHH, finanzas, diseño y otras especialidades

En su visión, la pandemia sumó el condimento de una mayor deslocalización del empleo, lo que favorece contrataciones desde cualquier parte del mundo. Pero, fundamentalmente, el principal atractivo es el tipo de cambio alto y el gran nivel del talento local.

La elevada brecha cambiaria hace que el país sea atractivo para compañías y profesionales. Según un sondeo de money.co.uk, al que accedió iProUP, Argentina se ubica en el top five de las naciones más baratas del mundo:

Esto redunda en que la industria local más perjudicada sea la del conocimiento, al no tener el suficiente talento disponible. Por lo pronto, facturó al exterior unos u$s7.000 millones en 2021, logrando un "empate técnico" con el sector automotor como segundo complejo exportador luego del campo.

¿Cuáles son los profesionales más buscados en el exterior y cuánto cobran?

Stefano Rossi, Co-founder de Seeds, indica a iProUP que el mercado de los freelancers, como todos los rubros, tiene puestos muy buscados por firmas de todo el planeta: "Los talentos más demandados son los programadores, que son precursores en esta industria. Pero vemos un crecimiento muy fuerte en las áreas de recursos humanos, producto y data".

Además, revela que existe una tendencia al alza de ciertos perfiles altamente requeridos, que tienen una oportunidad enorme para sumarse a la revolución freelance en la región:

En lo que respecta a sueldos, el ejecutivo confía que los developers son los mejores pagos, con remuneraciones "en mano" que van desde los u$s5.000 hasta los u$s8.000.

Sebastián Siseles, VP de Freelancer.com, plataforma con más de 600.000 argentinos registrados, remarca a iProUP que las remuneraciones varían de una disciplina a otra, pero enfatiza que "el valor promedio de los más de 17 millones de proyectos que se han publicado es de u$s203, con una duración de una semana".

De esta forma, en siete días es posible:

"Hay que empezar con un área de conocimiento. Quizás uno piensa que para ser freelancer solo hay que ser programador o diseñador, pero eso no es así: también se busca gente, por ejemplo, que maneje bien el Word o Excel", recomienda Siseles.

¿Cuáles son los beneficios de trabajar freelance en Argentina?

Además de la paga en dólares, trabajar para el exterior también "mejora el currículum", ya que permite acceder a mejores opciones al contar con experiencia en una firma internacional. 

Según Rossi, "la industria freelance está en pleno auge y crecimiento en el mundo. Es parte de un proceso natural y orgánico que se venía gestando hace años, pero con la pandemia se puso el pie en el acelerador". 

Además, según el cofundador de Seeds existen otras ventajas relacionadas con trabajar de modo remoto y para una empresa extranjera:

¿Cuál es el "lado B" de trabajar para el exterior?

Para Servide, la principal contra del trabajo freelance es que su avance implica una pérdida de competitividad de compañías locales, por tratarse de perfiles escasos y de alta demanda.

Por su parte, las desventajas para los profesionales pasan por estar fuera del marco laboral formal del país, el esquema jubilatorio y, en cierta medida, de los parámetros de la economía formal, en los casos en que por cuestiones de tipo de cambio los ingresos no se declaran.

"De cara al talento, al trabajador, las propuestas de empresas del exterior para los IT son muy tentadoras, al combinar un salario alto en moneda dura y un trabajo 100% remoto", señala Servide.

Remarca que "lo que hay que tener en cuenta a la hora de tomar la decisión es que no todo el mundo está preparado para trabajar en forma solitaria ni de manera freelance. Hay mucha gente que prefiere el entorno de relación de dependencia y la socialización que representa una empresa local, aunque sea en parte en esquema híbrido", puntualiza Servide.

Las tecnológicas argentinas reclaman que la brecha cambiaria las deja en desventaja a nivel internacional

En la misma sintonía, desde la Cámara de la Industria Argentina del Sowfware (CESSI) remarcan a iProUP que la brecha cambiaria es una de las razones principales del crecimiento de esta modalidad, constituyendo una desventaja para la industria del conocimiento local, ya que las exportaciones pasan por un circuito paralelo ilegal y los dólares no ingresan.

"Históricamente, hay entre 5.000 y 10.000 posiciones IT sin cubrir al año, en un industria en la que el total de trabajadores ronda los 125.000. Buscamos generar mayores oportunidades para que más gente pueda acceder a capacitaciones, cursos y formación profesional para crear más empleos formales, de calidad, inclusivos y federales para el sector", enfatizan.

La entidad impulsa desde 2020 #YoProgramo, un plan de formación en programación y pensamiento computacional que cuenta con tres líneas de desarrollo: becas otorgadas por empresas del sector, programas de formación provinciales y Argentina Programa, una iniciativa de educación en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.

"Asimismo, la Cámara lanzó recientemente el SaaF 2031, un programa de colaboración estratégica entre el Estado, la academia, el entramado productivo y la industria del software para desarrollar acciones que aceleren el avance de la innovación digital en Argentina y constituir la industria del software como motor de crecimiento del país", concluyen.

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