La compañía de delivery Glovo, startup presente en más de 870 ciudades de 23 países del mundo, presentó en Madrid su nuevo prototipo de riders del futuro: un robot completamente autónomo encargado de repartir los pedidos de los clientes por la capital española.
Estos nuevos repartidores son fruto de la alianza de la compañía con Goggo Network, firma especializada en conducción autónoma.
Los riders robots comenzarán a funcionar en enero próximo por la calles del barrio madrileño de Salamanca, escenario donde la compañía evaluará la interacción de estos modernos dispositivos con los peatones.
Durante la primera etapa todos los dispositivos estarán controlados por supervisores y expertos para preservar la seguridad de la ciudad.
Es importante señalar que Madrid modificó meses su normativa de movilidad y aprobó una nueva ordenanza para facilitar la puesta en marcha y circulación de este tipo de vehículos autónomos por sus calles.
"Autorizar en pocas semanas pruebas de concepto en una zona acotada nos va a convertir en un punto muy atractivo para que empresas de todo el mundo se establezcan en Madrid", explicó Ángel Niño, concejal de Innovación y Emprendimiento del Ayuntamiento de Madrid.
La firma Glovo lleva tiempo desarrollando la idea del reparto con dispositivos autónomos.
El robot presentado por Glovo mide 79 centímetros de alto, pesa 40 kilogramos y tiene una velocidad de 5 kilómetros por hora.
Además puede operar en un radio de acción de 1 kilómetro a la redonda.
De esta forma, el futuro del delivery va dando sus primeros pasos en España, pero aún queda mucho camino por recorrer.
"No hay plan de negocio diseñado. Esto es un experimento que nos permitirá comprobar la viabilidad de este tipo de reparto", explicaron desde Glovo.
Además, con estos test la empresa se pone a la altura de Amazon, quien ya prueba estos vehículos autónomos desde hace unos meses en Estados Unidos... aunque, eso sí, con una inversión e infraestructuras mayores.
Glovo recibió un duro revés luego de que el Tribunal del Trabajo N°4 de La Plata rechazara un recurso interpuesto por la compañía y avalara las multas que le impuso la Provincia de Buenos Aires por $6.318.000 por infracciones cometidas en 2020.
Según las actas del Ministerio de Trabajo bonaerense, Kadabra SAS, firma detrás de la marca Glovo, "resulta ser empleadora, en el marco de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), de trabajadores respecto de los cuales no cumple con la normativa específica".
Los jueces consideraron que "las condiciones de la prestación de tareas de los repartidores, en particular la incorporación del trabajador a una estructura empresaria ajena, implica la relación de dependencia".
"Un algoritmo organiza y dirige la empresa desvaneciendo la figura del patrón y colectivizando la prestación de tareas en una multitud aparentemente impersonal, pero que está constituida por hombres y mujeres trabajando bajo las condiciones organizativas impuestas por la empresa de plataforma", agregaron los magistrados en su fallo.
Además manifestaron que la compañía "exprime el rendimiento de los más aptos en un ejército de retroalimentación permanente, resguardando su ecuación de ganancias, sin hacerse cargo de ningún costo que impone el Estado en torno al contrato de trabajo para mitigar la inseguridad social".
"La tenencia de una moto y la inscripción en monotributo no convierte al trabajador de plataforma en empresario (art.14 LCT) y tampoco es real que los trabajadores de la plataforma de Kadabra tengan libre albedrío para elegir dónde y cuándo trabajar", completaron.