En este último tiempo, China se convirtió en cuna de los más grandes empresarios que dió la generación actual, de la mano con proyectos innovadores y avances tecnológicos a la altura de la sorprendente evolución de este país en menos de un siglo.
 
Kate Wang es una de ellas, llegando a conseguir un valor de u$s9.100 millones de dólares a sus 39 años después de que RLX Technology, compañía que fundó junto con otras tres personas, llegara a conseguir un valor de u$s1.400 millones en su debut en la Bolsa de Valores de Nueva York. Se trata de una empresa que comercializa productos para vaporizadores o cigarrillos electrónicos
 
Fundada en 2018, su marca la llevaría a integrar, tres años después, el selecto grupo de multimillonarios en el mercado y a convertirla en una de las mujeres más ricas del mundo. A sus 39 años, Wang es una de las personas más renombradas de la actualidad.

La firma pasó del desconocimiento absoluto a convertirse en una de las más grandes en China. Lo destacable del caso de Wang es la rápidez con que lo logró. 

El catalizador: RXL Technology

RXL Technology fue fundada en 2018, entrando al mercado de los cigarros electrónicos, sin embargo, lo que lo volvió en una de las empresas con mayor crecimiento se debe a su enfoque en la tecnología.

Una descripción de la firma destaca: "Abordamos actividades claves dentro de la industria del vapor electrónico, desde la investigación científica, la tecnología y el desarrollo de producto, manejo de cadena de suministros hasta distribución fuera de línea". 

RLX Techology es una empresa desarrolladora de cigarrillos eléctricos

La idea inicial de Wang fue desarrollar una solución para evitar el olor a cigarrillos, algo que se le ocurrió siendo una fumadora activa. Por eso fundó su empresa, junto con cinco colegas, entre los que está Wen Yilong, quien también integra el equipo de Didi, en donde conocío a Wang.

"Cada día me enfoco en mi trabajo, lo cual es solucionar los problemas", comentó la empresaria en una entrevista con la revista Forbes, y agregó que "los problemas duros me inspiran". Según datos obtenidos por Seeking Alpha, su compañía tuvo un crecimiento en ventas del 800% en 2019 y de 81% en 2020.

RLX invierte, principalmente, en ventas y marketing, lo que también les ayudó a posicionarse con rapidez dentro del mercado.

El soprendente crecimiento de la compañía se da en un contexto de creciente adopción del cigarrillo eléctrico en China. En dicho país, el 74% de los hombres son fumadores, y se estima que se consume más del 30% de los vapers de todo el mundo.

Sin embargo, debido a las regulaciones que impusieron varios gobiernos a este producto, así como el rumor de que los reguladores de tabaco en China buscaban eliminarlo, las acciones de RLX Technology descendieron 54% y el valor de la compañía es ahora de u$s2900 millones. Aún así, se expande y crece.

Wang le comentó a Forbes que no le afecta. Y es comprensible si se tiene en cuenta que, aún así, RLX mantiene una exorbitante cifra para una empresa que se encuentra en el mercado desde hace apenas 3 años. 

"Nuestras tecnologías son el centro para nuestro éxito y son críticas para nuestro negocio. Nuestros productos son impulsados por nuestras propiedades de innovaciones tecnológicas, como la formula del líquido electrónico, la ingeniería de la estructura del cartucho y las Soluciones de Elementos Esenciales, para mejorar la experiencia de los fumadores adultos con nuestros productos", puntualizó la directora de RLX. 

Wang es originaria de Xi'an en China. Se graduó en finanzas de la Xi'an Jiaotong University. En 2011 estudió un master en la Columbia Business School. Posteriormente, trabajó en la firma de consultoría Bain & Co., en Beijing y trabajó cuatro años en Uber China y Didi Chuxing, su competidor que eventualmente fue absorbido. 

Siendo una activa fumadora, pensó en una alternativa para evitar siempre el olor a cigarro y eso la llevó a pensar en RXL Techonlogy, la cual fundó junto con cinco de sus colegas, entre los que se encuentra David Jiang, que trabajó previamente con ella, y Wen Yilong del equipo de Didi.

El objetivo era claro: vender vaporizadores fáciles de usar, atractivos con muchos sabores. Iniciando operaciones con apoyo en crowdfunding, eventualmente comenzaron a recibir mayor cantidad de fondos.

Este es sólo el inicio de la historia; resta aguardar y ver cómo avanza su carrera y la de su firma y si realmente la industria de los cigarros electrónicos evolucionará hasta opacar al tabaco tradicional. 

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