Tras la explosión del home office por la pandemia de coronavirus y pese al pasaje del Aspo al Dispo las empresas observan que el retorno a las oficinas, con el virus aun circulando y las dudas sobre cuándo habrá una vacuna para todos, no será en las mismas condiciones previas a la cuarentena.
Imaginan retornos graduales o muy parciales, con unos esquemas mixtos o directamente nuevas modalidades agrupadas bajo la forma de un ' tercer lugar' entre la oficina y la casa, que promete ser la estrella del teletrabajo en la "nueva normalidad".
"Se conoce como ‘tercer lugar’ a los espacios de trabajo compartido -por fuera del hogar y de las oficinas- que crecieron conforme aumentó la tendencia de trabajos flexibles y móviles", explicó Mariela Mociulsky, fundadora y CEO de Trendsity, consultora de investigación, innovación y análisis de tendencias sociales y culturales.
"Probablemente, las firmas necesiten acceso a espacios de trabajo como células de co working, que aseguren higiene y seguridad para los empleados pero más cerca geográficamente de sus domicilios. Para ellos, estos formatos introducen cambios y protocolos para asegurar la salud de los trabajadores. De esa manera se aseguran que los grandes clientes que piensen en volver a las oficinas puedan dispersar un poco la fuerza laboral, dar flexibilidad y a la vez mayor aislamiento", agregó Mociulsky.
Según el ensayista Jorge Carrión, el cambio radical en las estructuras laborales convirtió los ambientes con buen wifi, café y salas de reunión en una necesidad para muchísimos profesionales, más aún, en tiempos de hogares desbordados de habitantes y actividades.
Esto en un contexto más general donde "la apuesta a estructuras rígidas de oficinas de trabajo ya no resultará funcional para muchas compañías", según apunta un estudio de Trendsity.
Los datos de distintos estudios, incluso a nivel global, avalan estas percepciones. Según PWC -en base a ejecutivos de firmas de USA- el 49% de los encuestados ve como una opción implementar el trabajo remoto permanente para los roles que lo permiten, el 40% se propone acelerar la automatización y las nuevas formas de trabajo, y el 26% considera reducir su "huella de bienes raíces", es decir, reducir el uso de instalaciones.
Según Mociulsky, la tendencia a repensar la organización del trabajo en base a la presencialidad "responde al modelo hub and Spoke (centro y distribución) que implica una oficina central y células flexibles y remotas".
Esta modalidad ya funciona en New York y es lo que viene para un Silicon Valley que ya no se piensa como un nodo tecnológico en lo geográfico, sino en lo conceptual: poder tener una mentalidad de núcleo de innovación tecnológica sin que la localización sea un punto central".
Las empresas argentinas están en la misma búsqueda y se encaminan hacia la nueva normalidad con aprendizajes muy intensos en tiempo récord.
Benomad, es una startup argentina que logra anticiparse lanzando una plataforma que conecta las necesidades de profesionales independientes, empresas y distintos espacios de trabajo a fin de dar respuesta a este nuevo paradigma en el futuro del trabajo.
"Benomad nace con un fuerte componente colaborativo. Se trata de conectar la necesidad del usuario, que podrá trabajar donde lo necesite en el momento en que lo necesite y con las condiciones de confort y operatividad que se adapten a sus cambiantes requerimientos, con las de los owners de bares, restaurantes y hoteles que obtendrán mayor volumen de ventas en tiempos ociosos, ingreso de nuevos clientes por pertenecer a la comunidad benomad, mayor visibilidad y exposición de su marca e instalación WiFi de alta velocidad como elemento diferenciador a cargo de la aplicación", explicó Pablo Di Filippo CEO y Cofundador de benomad, quien es licenciado en Administración de empresas en la UBA, con especialización en Marketing en San Andrés y especialización en Negocios y Finanzas en el IAE.
Las empresas comienzan a transitar esta nueva era en el mundo laboral. "La virtualidad vino para quedarse. Seguramente en la nueva normalidad implementaremos un mix de modalidades para retornar al trabajo", proyecta Lorena Comino, CEO y Cofundadora de Facturante, la startup marplatense especializada en facturación electrónica.
Para Comino, la búsqueda pasa por "combinar una modalidad presencial con home office para lograr el equilibrio entre lo atractivo que tiene la presencialidad por la relación con tus compañeros, y el atractivo que tiene el home office por la flexibilidad que te proporciona. De hecho en Facturante siempre ofrecimos, incluso antes de la pandemia, un día de la semana para trabajar desde casa".
"Creemos que la situación a la que nos enfrentó la disposición del ASPO de un día para el otro solo precipitó un escenario que era parte de nuestro futuro y estaba en nuestro gen. Hoy no consideramos la presencialidad como una condición del trabajo de la productividad", precisó Paola Tabacman, HR Manager de Summa Solutions.
Por su parte, Luciana Tittarelli, gerente de Marketing & eCommerce del Grupo TIJE Travel, compañía argentina con más de 20 años en la industria del turismo, asegura que el regreso "no será solamente de un modo que se adecúe a la nueva normalidad sino a un espacio físico que cumpla con nuevos requisitos, no sólo para el cuidado personal, sino para las nuevas formas de trabajo que planteamos internamente. Que, entre otras cosas, cuente con espacios al aire libre y motivadores para una mejor estadía".
"El retorno no será total, ni obligatorio. En todo caso, respondiendo a la demanda de muchos colaboradores, será parcial, en etapas y en un modo mixto como ya teníamos antes de la pandemia. Las oficinas se resignifican. Pasarán a ocupar un rol social, de integración y de recreación para muchos de los equipos. Deberemos repensar los espacios, teniendo en cuenta dichas premisas", agregó Tabacman.
Los planes de Facturante, Summa Solutions y Grupo TIJE Travel coinciden con las tendencias que viene avizorando Trendsity: "Se estima que vamos a seguir con un nuevo blend entre la presencialidad y la virtualidad. Si bien las personas quieren reencontrarse y volver a ver a sus compañeros y trabajar con otros, lo cual estimula la creatividad, también se está valorando el no tener que perder mucho tiempo en las distancias y los desplazamientos, el tránsito y por supuesto, el miedo a los contagios. Pero la presencialidad no se va a perder, incluso se está evaluando que empresas compartan oficinas o espacios comunes intercalando días de la semana para trabajar un equipo u otro. La economía colaborativa va a crecer en muchas dimensiones y el ir a la oficina o espacio de trabajo, tendrá que tener un sentido".
"La forma de trabajar, el dónde y el cómo, han evolucionado en los últimos 10 años mucho más que en los 50 años anteriores. Hoy una gran parte de la fuerza laboral trabaja en movimiento", completan desde benomad.
El coronavirus aceleró y convirtió en irreversibles tendencias que ya venían mostrando un crecimiento sostenido. Un estudio de GetApp estimó que la cantidad de personas que trabajan de forma remota al menos una vez por semana creció un 400% desde 2010.
En sintonía, una encuesta de Buffer de 2019, -empresa de software de administración de medios sociales-, determinó que el 99% de los consultados señaló que quisiera trabajar de manera remota al menos una parte de su tiempo durante el resto de sus carreras. Para completar el panorama un análisis de Boston Consulting Group (BCG) estableció que el teletrabajo puede incrementar la productividad entre un 15% y un 40%; reducir el ausentismo laboral en un 40%; reducir las sustituciones de personal entre un 10% y 15%; así como suponer una disminución de costos de más del 20% en alquileres y recursos.
"El balance con el teletrabajo es más que positivo. En lo que respecta a la dinámica entre equipos y colaboradores, todo fluyó con normalidad y trabajamos mucho para que así fuese. Compartimos con todo el equipo material sobre recomendaciones para trabajar en modalidad home office, organizamos encuentros virtuales una vez por semana para tratar temas relevantes para toda la empresa y también vernos, hacer chistes, compartir momentos. A nivel objetivos, cumplimos todos los del año y con creces. Por lo que creo que no solo el equipo se adaptó a esta modalidad sino que también supo aprovecharla para potenciar su trabajo y habilidades", recuerda Comino.
Tittarelli también tiene un balance positivo sobre la experiencia del trabajo remoto para proyectar en el futuro. "Aprendimos mucho de cada situación que se iba presentando. En caso de llegar una segunda ola podremos ser más ágiles ante las mismas situaciones y responder con mayor profesionalismo y mejores tecnologías adquiridas a lo largo de estos meses e incluso lanzamos una unidad de negocios especial para servicios it y de teletrabajo: TPoint".
"Ha cambiado el paradigma. Desde el inicio donde el núcleo del trabajo se concentraba en una oficina, al home office, pasando por el coworking y, finalmente, hoy llega benomad bajo el concepto: ’trabajá desde donde quieras’; que está centrado en las personas y donde el lugar de trabajo lo elige uno mismo, en base a sus experiencias, necesidades, gustos o cercanía", concluye Di Filippo.